“Te amo Aydee”. Así, sin comas y sin acentos. Fue la sorpresa matutina. Imposible no mirar la leyenda en rosa fosforescente sobre el verde de mi barda principal.
Ni siquiera la primera reacción fue natural: las letras enormes y rosadas poca mella hicieron sobre mi estabilidad emocional y ni siquiera crucé la frontera entre el desazón y la rabia. ¿Quién ama a Aydee? La tintura da pocas pistas porque no tiene el cariz masculino de ostentar a una mujer como propiedad a voz en cuello. Sí, también se me ocurrió que Aydee misma lo haya puesto: la letra es más redonda que angulosa y los trazos, con todo y todo, limpios.
Prefiero asumir que es un chico. La frase llega más allá de la mitad. Él debió ser tan alto como eso, por lo tanto se ha estirado en estos años hasta alcanzar la medida prudente para “elevar” su voz gráfica. Acaso sería un adulto, pensé fugazmente. Descarté la idea porque los grandes solemos resguardar los amores en silencio por motivos varios.
Claro está, sí aparecieron en mi mente las imágenes posibles: cuánto le hubiera dicho y maniatado en tanto llega la policía si lo pillo en acción; mucho hubiese corrido tras de él si intentara escapar; por lo menos una foto tomaría para luego buscarlo en la escuela más cercana… porque fue un estudiante. Aquí terminaron las elucubraciones: un joven estudiante enamorado.
Sí, un típico muchacho que bien podría caer en la generalidad del desgano, la incertidumbre, la identidad perdida, la incursión en la violencia multi manifiesta a todos los niveles, la pobreza de expresión, la incapacidad para entender la necesidad de otros y la publicación de mensajes sanguinarios. Sin embargo, este chavo ama a Aydee.
La tercera mañana yo también empecé a amarla. Miré el letrero y espanté un pequeño insecto que intentaba hacer nido por la “A”. El sol empieza a gastar el tono rosado pero aún es perfectamente visible el mensaje: alguien, en medio de todo, ama a otro. Todavía existe un grupo capaz de sentir amor… ¡y decirlo sin miramientos!
Cancelé la visita del pintor. El mensaje quedará ahí en tanto la luz y el calor le den permiso. Espero que ella haya respondido de buen modo a propuesta tan abierta, me gustaría saberlo. Por lo pronto, alguien ama a Aydee, Aydee es amada. (dreyesvaldes@hotmail.com)