Para los abuelos, eso de manejar la familia no tenía mucha ciencia, quién iba a pensar que hoy existen escuelas que nos acreditan como papás.
Los papás de antes no buscaban consejo, bastaba un pellizco bajo el mantel, una mirada asesina, entrecerrar los párpados y sus deseos eran órdenes o aviso de pasar por un pelotón que nos asestaba chancletazos, nalgadas o coscorrones.
Hasta maestría puede uno estudiar en la actualidad en eso que llaman Ciencias de la Familia. Me gustaría que incluyera asignaturas como Métodos correctivos en el infante, Cómo decir NO al niño sin causarle un trauma incorregible y costoso, Teoría y práctica de cómo ubicar al adolescente cuando ingresa a lugar non sancto.
No es burla. Es sólo que los padres demandamos estas soluciones porque son asuntos de la vida real ya que nuestra sociedad ha degenerado a tal grado que alguien debe decirnos cómo vivir dentro de nuestra familia, cuando se supone es una interacción natural y no tendríamos que verla como una ciencia, sino el producto de una interacción natural.
Algunos especialistas argumentan: antes, los padres no requerían ir a la universidad porque todos los deseos estaban reprimidos y los traumas se daban al por mayor; las mujeres morían sin saber qué era placer y los hombres sin curar enfermedades venéreas que pregonaban como estandarte.
Todo eso es cierto y comprobable, nuestros antecesores no dieron solución. Sin embargo, ninguna escuela moderna sabe explicarnos, si desaparecieron los métodos represores del pasado, por qué existen muchachos haciendo matanzas en sus escuelas, jóvenes con armas d alto calibre desde los tejados, o niños violan, matan y descuartizan a otros niños ¿Eso es dejar que surjan los deseos?
¿A cuál escuela fueron sus padres, amable lector? -amable por haber llegado hasta aquí con la lectura-. No conozco hogar que tenga colgado el título de Licenciado en pater familis junto a los otros reconocimientos académicos. Todos aprendieron en nuestra casa y con la necesaria práctica social. ¿A qué escuela fueron los que dan clases en las escuelas que enseñan a ser padres?
Es como si un sacerdote nos quisiera enseñar a llevar un buen matrimonio. Valen los mensajes de fe y encauzar valores, pero hasta ahí, porque tengo amigos que han dado lecciones de familia más profundas a sus hijos que toda una carrera escuelas de religión. ¿Esos profesores que nos enseñarán a ser padres estudiaron en Europa o en Estados Unidos? Entonces practicaron con familias diferentes a las que conforman nuestra sociedad. Mi mamá obtuvo el grado de maestría en ser madre el día que nos bajó a cinco hermanos de la higuera con voz decidida y jalón de orejas por atentar contra la naturaleza que nos daba cada año higos para hacer cajeta y empanadas. Era cuestión de reglas claras para con la familia y la sociedad.
¿Habrá en esas escuelas métodos para borrar las imágenes pornográficas del Internet o de las telenovelas? Espero también tengan talleres hipnóticos que desaparezcan de sus memorias la violencia que publicamos día con día.
Sólo espero algo: ahora que estoy en la escuela de la vida para ser madre, no me exijan en algún momento un título para colgar en la pared, porque ese lo traigo impreso en la cara y en el corazón. (dreyesvaldes@hotmail.com)