"Para todos aquéllos que querían saberlo, sigo siendo una ballenota". Mucho me encantaría adjudicarme esta frase célebre, por cuanto me identifica y gusta, pero fue, en realidad, producto de una mente creativa y brillante, la de mi querida compañera Ana Sakanassi.
Hay muchas otras frases de esta menuda e inteligente mujer que hurtaría con mucho gusto, pero siempre me queda un resquemor referente a los derechos de autor, pues mucho estoy expuesta ante ello.
Dicen que Angelina Jolie conquistó a Brad Pitt paseando desnudísima frente a sus verdes ojos. Yo no lo creo así. ¿Y qué relación existe entre esta actriz y mi estimada Anita? Pues nada más y nada menos la siguiente: las mujeres seguras y muy listas son más divertidas con ropa.
Dicen que este argumento ha salvado a muchas chicas de situaciones comprometedoras, cuando desean rechazar propuestas indecorosas sin llegar a la bofetada, pero es en realidad una sentencia con mucha profundidad, como esos dichos rancheros.
Cuando la compañía de una mujer se convierte en agrado por su sentido del humor, sin ser altisonante, por su creatividad, sin rayar en lo estrafalario, por su sarcasmo, sin traspasar lo ofensivo, señores míos, aquello se torna en una fiesta, puesto que hay mucho más por descubrir en ella que si se presentara, como dijeron de la Jolie, en cueros ante nadie.
No es cuestión de edad, aunque debo reconocer que el recurso es muy válido cuando, aunque queriendo, ya no es prudente mostrarse las carnes ni a uno mismo. Hay damas jóvenes cuyas cualidades de fino humor las convierten en el deseo escondido de muchísimos caballeros.
Recuerdo, como si tuviese la fotografía en mi memoria, una escena donde el señor Sheffield dice a la Nana Fine, entre suspiros, que si tuviese a su lado una mujer que lo hiciera reír, jamás la dejaría escapar… y en eso se enreda el ensortijado cabello de la curvilínea mujer en la mancuernilla de su traje.
Jolie se conchabó a Brad Pitt; la Nana Fine al señor Shiefeld, y seguramente mi estimada Anita encontrará un hombre inteligente capaz de descubrir esa ballenota que lleva dentro.