Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

ORDENANDO EL CAOS

VOY AL MÁS ALLÁ

Dalia Reyes

A menudo me invitan como ponente en foros ultra feministas; generalmente los rechazo. Tampoco soy misógina la mayoría de las veces. No, señor, estoy sobria y enseguida le explico.

Con todo y mi bandera enarbolada para reconocer el esfuerzo de la mujer moderna, quien se empeña en cumplir un rol múltiple de madre, esposa, trabajadora y estudiante, eso no quiere decir que concuerde con la pérdida de la figura femenina dentro de la familia como célula social. A mi parecer, la mujer debe de ponderar sus propósitos para no fallar en el esencial, y éste es justamente el que ella decida, no el que nadie le imponga; sin embargo, esa decisión implica consecuencias, abstenciones, empeños y desempeños.

Muchas congéneres se niegan a cargar como una consigna el dedicarse a cuidar hijos y atender al hombre; muy de acuerdo voy, mas si no es ése su sino, deberán entonces asumirse como otra cosa, no como madres de familia, en tanto no estás dispuesta a sacrificar tiempo para sí mismas, su cuidado personal, su superación profesional. No es verdad que somos súper niñas para sacar adelante todo el mismo tiempo y bien, sin daños colaterales, sobre todo entre los niños.

Ojalá quede claro mi desacuerdo con el feminismo fundamentalista que da por hecho una libertad como si se tratara de algo opcional hacerse cargo de las obligaciones en modo intermitente. La evolución va más lenta que el progreso, y si bien no debemos ser tratadas como seres inferiores, tampoco somos superiores a ningún otro y nada nos da derecho a interponer deseos sobre funciones adquiridas voluntariamente, como el ser esposas o el ser madres, mucho menos ahora que es muy viable aclarar los límites de un compromiso entre pareja antes de echarlo a andar.

La misoginia, con todo y su contradicción, me viene cuando sé de mujeres que alegan ejercer sus derechos dejando hijos desolados y a medio camino, a quienes se les hace más fácil asumirse como culpables del abandono que entender ese concepto tan extraño de ser libre. Hace apenas unos días, una alumna y yo cedimos al llanto cuando recibimos a un jovencito de secundaria, a quien su madre dejó en el Ejército de Salvación con el argumento de que ella merecía tiempo para sí misma y no quería la responsabilidad de un adolescente.

Pero miren, yo ya tecleé 340 palabras para decir algo que Marty Wolls, una escritora británica, dijo en 14 hace más de 200 años: "No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas".

De eso se trata muchachas, mostrarnos poderosas en el autocontrol para decidir con valentía si de plano preferimos una soltería sempiterna, sin reclamos, o una maternidad eterna, con todo y sus trabajos.

dreyesvaldes@hotmail.com

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 808651

elsiglo.mx