Hasta el príncipe. El presidente Daniel Ortega (2i), junto a su esposa, Rosario Murillo (i), y sus homólogos de Venezuela, Hugo Chávez (d), y de Irán, Mahmud Ahmadineyad (d), y el príncipe de Asturias jura por tercera vez, y segunda consecutiva, como presidente de Nicaragua para dirigir al país hasta 2017 en presencia de sus aliados y la ausencia de la oposición, que denunció un fraude en su reelección.
Daniel Ortega fue juramentado ayer martes como presidente para un nuevo período de cinco años, con lo que se convierte en el primer mandatario del país electo en tres ocasiones 1984, 2007 y 2012.
En una ceremonia a la que asistieron 70 delegaciones de todo el mundo, Ortega juró cumplir con la Constitución en medio de críticas de opositores que alegan violó una norma de la misma que le prohibía aspirar consecutivamente al puesto y por haber sido presidente en dos ocasiones anteriores.
Ortega realizó el juramento ante unos 8,000 asistentes al acto efectuado en la Plaza de la Revolución, donde se celebró el triunfo revolucionario del 19 de julio de 1979.
Entre las delegaciones asistentes destacaron la presencia del presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.
El presidente Ortega aprovechó el momento y dijo, después de su investidura, que existe "toda una conspiración contra Irán" por su programa atómico y que recomendaría a Ahmadinejad proponer "el desarme atómico de Israel, para llevar aires de paz a esa región".
Asimismo, el presidente condenó por primera "el crimen brutal" del líder Libio, Moamar Gadafi y culpó a la Organización del Atlántico Norte (OTAN) por el hecho.
Por su parte, Evo Morales, presidente de Bolivia, habló desde La Paz sobre la juramentación de Ortega: "Saludamos con un voto de aplauso esa revolución, a ese presidente antiimperialista y anticapitalista".
Morales no pudo asistir a la ceremonia, aunque en su representación estuvo el vicepresidente boliviano.
Durante las semanas previas, trabajadores de la Alcaldía de Managua remozaron la plaza con nuevo pavimento y colocación de tribunas, estandartes, banderas y flores.
Temprano, Ortega sostuvo una entrevista con Felipe de Borbón, por lo que no pudo concurrir al aeropuerto para recibir al iraní Ahmadinejad, quien fue recibido por el canciller nicaragüense Samuel Santos.
Desde la semana anterior los hoteles estaban abarrotados por los invitados del gobierno a la ceremonia. El acceso a los mismos ha sido clausurado por agentes de la policía.
El vocero de la Policía Nacional, comisionado Fernando Borge, justificó que "estamos tomando las medidas necesarias para protección de las personalidades que nos visitan". Entre ellas el cierre de un perímetro de 500 metros alrededor de cada hotel.
Miles de policías fueron distribuidos en las calles de la ciudad en tanto restringían el paso de vehículos en las proximidades de la Plaza donde no se permitió la circulación de vendedores ni puestos de ventas de comida y refrescos lo cual causó protestas.
Aracely García, una mujer que vende diariamente frutas en la zona se quejó porque fue desalojada del lugar y dijo que los policías la amenazaron con arrestarla si no abandonaba el lugar.
Sin embargo, Altagracia del Socorro Solís, quien habita un grupo de "Casas para el pueblo" donadas por el gobierno, ubicadas en las cercanías dijo al canal 63 de la televisión local que había bordado un mantel que le harían llegar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en agradecimiento "porque él también ha dado casas para el pueblo".
El gobierno de Ortega se define como "cristiano socialista y solidario".