Osteopatía: masajes curativos
La osteopatía es una terapia basada en movimientos sutiles y precisos, en áreas que dan origen a determinadas enfermedades o malestares, para restablecer su función y con ello la salud. A decir de los expertos es altamente efectiva, aún poco conocida en nuestro país.
Diariamente el organismo es expuesto a un sinfín de actividades físicas causantes de lesiones en articulaciones, tejidos u órganos. Como mecanismo de defensa para evitar dolor, el cuerpo crea lesiones adaptativas; es decir, las funciones de un área lastimada quedan bloqueadas y son suplidas por otras, lo que afecta en cadena el desempeño de músculos, tejidos y/o vísceras relacionados. Tarde o temprano esa sustitución cobra factura a través de malestares y enfermedades.
Es ahí donde entra en acción la osteopatía, un área de la medicina alternativa de tipo manual. Su objetivo es tratar el sistema músculo-esquelético devolviéndole la ergonomía al cuerpo, desbloqueando funciones adecuadas de los órganos y la fascia (el tejido ubicado entre uno y otro órgano o estructura).
La osteopatía no concibe al dolor como un hecho aislado sino como el producto de un desajuste en las funciones del organismo. Los pasos a seguir son, primero, indagar el origen y de la molestia; y segundo, buscar la forma de corregirlo, interrelacionando los procesos del sistema músculo-esquelético. Para ello, el especialista revisa el historial clínico del paciente y realiza una minuciosa exploración física a fin de determinar el problema y establecer el tratamiento más adecuado valiéndose de masajes, estiramientos, movimientos o ajustes, con los cuales es posible corregir estructuralmente una articulación. Según el caso que se atienda, otra posibilidad es manipular las vísceras también mediante el masaje.
LA OPCIÓN ADECUADA
El médico estadounidense Andrew Taylor Still es considerado el padre de la osteopatía, pues fue el primero en emplear dicha terapia en 1874. En México comenzó a utilizarse apenas hace cinco años, mientras que en países como España y Reino Unido existe una amplia tradición y un elevado grado de profesionalización por parte de los osteópatas.
Los principales pacientes de esta disciplina son personas con dolencias en huesos, pero también beneficia a quienes padecen problemas de columna, cadera y cervicales, de ciática, hernias de disco y molestias crónicas en la región lumbar, colon irritable, depresión, migraña y otros malestares.
El tiempo de respuesta al tratamiento depende de cada individuo y de la afección que presente; en ocasiones una sola sesión es suficiente para estar bien, en otras se requiere de varias más para corregir la lesión principal y trabajar con adaptaciones y compensaciones del cuerpo.
La osteopatía se apoya en cuatro técnicas, mismas que no deben verse como subdivisiones: son parte de un todo.
Osteopatía estructural. Se enfoca en el sistema esquelético. A través de ella se corrigen luxaciones de hombros y rodillas (las más comunes), sin anestesia, dolor, ni jalones.
Osteopatía visceral. Combate problemas del aparato digestivo, de asma, del corazón y del aparato reproductor (dificultad para embarazo, infertilidad e impotencia), entre otros, mediante una serie de masajes aplicados a nivel visceral, actuando sobre el sistema nervioso y ayudando a reparar lesiones que repercuten en los órganos relacionados. El especialista palpa una zona y a través de las terminaciones nerviosas, consigue respuesta de los órganos, devolviéndoles su funcionalidad original.
Osteopatía craneosacral. Busca corregir las alteraciones de los huesos del cráneo que causan afectaciones en el resto del organismo. Con ella se puede dar atención a padecimientos psicológicos, por ejemplo estados de depresión y ansiedad, pues con los movimientos osteopáticos se mejora la producción de sustancias como la serotonina, cuya carencia se relaciona con dichas afecciones.
Osteopatía pediátrica. Los niños pueden presentar problemas para conciliar el sueño u otras patologías derivadas de compresiones craneales corregibles a través de esta técnica. En general es aplicada en anomalías de nacimiento o funcionales en cráneo u órganos, así como deformación de huesos del producto dentro de la madre.
Vale la pena aclarar que todas estas técnicas son igual de efectivas en niños, adultos y gente de edad avanzada. Sin embargo, en quienes presentan enfermedades crónico-degenerativas se emplea otra vertiente llamada técnica miotensiva, la cual no se apoya en masajes sino en ligeros movimientos efectuados por el paciente, combinándolos con su respiración.
MÁS ACCESIBLE
Actualmente los especialistas en esta rama alternativa se encuentran desarrollando la osteopatía acuática, consistente en el manejo de las aguas mineromedicinales combinadas con manipulaciones efectuadas dentro de albercas, lo que acorta el tiempo recuperación.
Cada vez más personas ven en la osteopatía una opción para recuperar su salud o complementar algún tratamiento, e incluso como un sustituto de la rehabilitación común, pues consideran que da mejores resultados, no es peligrosa y es accesible al bolsillo; el costo de una sesión oscila entre los 500 y los 800 pesos.
Y aunque todavía no está disponible en todo el territorio nacional, es de esperarse que poco a poco haya más osteópatas, pues ya se cuenta con una escuela para formación en esta área: el Colegio Mexicano de Osteopatía, situado en Puebla, en donde se ofrecen diplomados a médicos y a rehabilitadores físicos titulados, quienes poseen el perfil necesario para prepararse en esta rama de la medicina alternativa.
Si cree que esta terapia puede ser una buena opción para usted, no dude en consultar a un especialista.
Correo-e: egonzalez@elsiglodetorreon.com.mx
Fuente: Doctor Ramón Herrera Lozada, Presidente del Colegio Mexicano de Osteopatía.