La agencia antidopaje presentó los cargos contra Armstrong y los demás en junio, cuando habló de una enorme operación de dopaje. (EFE)
La jornada de descanso del Tour de Francia volvió a quedar manchada ayer por un caso de dopaje, después de que la gendarmería francesa apareciera anoche en el hotel del equipo Cofidis, en Bourg-en-Bresse, par arrestar al ciclista francés Rémy di Gregorio por presunto tráfico de sustancias dopantes.
El corredor, una de las promesas del ciclismo galo, lo que le llevó a lograr un sustancioso contrato en el equipo Cofidis, fue trasladado para su interrogatorio a Marsella, su localidad natal y ciudad donde la justicia había abierto la investigación que desembocó en su detención.
Según fuentes de la investigación, una juez de esa ciudad había abierto una investigación por consumo de sustancias dopantes al ciclista, que se encontraba bajo vigilancia y cuyo teléfono estaba pinchado.
Una llamada anoche a las personas que presuntamente le suministraban los productos -que también se encuentran arrestadas- desencadenó la intervención de los agentes que ha soliviantado a la caravana del Tour, cuyos organizadores se apresuraron a decir que se trata de un caso aislado en el seno del equipo, lo que no justifica su exclusión de la carrera.
Los agentes sólo registraron la habitación del ciclista marsellés, lo que ha llevado a pensar a los organizadores que no se trata de un dopaje organizado en el equipo, aseguró el director de la prueba, Christian Prudhomme.
"No ha sido algo que sucediera en el Tour. No ha habido flagrante delito durante la carrera", dijo el responsable de la ronda gala, que marcó así las diferencias con el caso del italiano Cristian Moreni, cuyo positivo por testosterona exógena en 2007 motivó la retirada del Cofidis al completo en 2007.
Prudhomme aseguró que, de confirmarse los hechos, suponen "una falta de respeto al Tour", pero se felicitó de que hayan funcionado los mecanismos de lucha contra el dopaje.
"La persecución de los tramposos no baja los brazos", dijo Prudhomme, que aseguró que la operación Di Gregorio es "un aviso a los tramposos de que, tarde o temprano serán atrapados".
El Cofidis suspendió provisionalmente a Di Gregorio, aunque consideró el suyo un caso aislado, por lo que seguirán en carrera "para no perjudicar al resto de los ciclistas por una actuación individual", según Yvon Sanquer, director del Cofidis, en cuyas filas está el estonio Rein Taaramae, que pugna por el maillot blanco del mejor joven y que en la actualidad es duodécimo de la general.
Se trata "de actos de un ciclista que se desvió y que no cuestionan al equipo en sí mismo", dijo el hombre que se hizo con las riendas del Cofidis justo antes del Tour, en sustitución de Eric Boyer.
No es la primera vez que el Cofidis ve manchada su imagen con el estigma del dopaje, lo que ha puesto en cuestión el mantenimiento del patrocinio de la empresa de créditos personales.
Además del caso de Moreni, en 2007, el equipo fue objeto en 2004 de una profunda operación policial tras descubrirse en su seno una red organizada de dopaje que afectó a Philippe Gaumont, Maximiliano Lelli y David Millar, entre otros.
La detención de Di Gregorio se produjo en medio de una gran discreción, cuando el resto del equipo ya dormía.
Los gendarmes entraron en su habitación y procedieron al arresto del ciclista. Posteriormente, desde la recepción del hotel, fueron avisados los miembros del cuerpo técnico.
"Algunos ciclistas han llorado al enterarse de la noticia por la mañana", relató Sanquer.
Suspenden de por vida a tres colaboradores de Armstrong
La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) suspendió de por vida a tres colaboradores del exciclista Lance Armstrong, a quien se le acusa de haberse dopado en varios años de su carrera profesional.
La USADA anunció que el doctor español Luis García del Moral, el también médico, el italiano Michele Ferrari, y el entrenador ibérico José Martí, colaboradores del norteamericano cuando militaba en el equipo US Postal, deberán cumplir una suspensión vitalicia.
García del Moral, "Pepe" Martí y Ferrari fueron acusados de participar con el siete veces campeón del Tour de Francia en un sistema de dopaje sistemático entre los años 1999 y 2005.
"Desterrar a estos individuos de la vida deportiva es un gesto poderoso que protege a las actuales y futuras generaciones de atletas de su influencia y preserva la integridad de las competiciones", indicó el presidente de la USADA, Travis Tygar.
Según el organismo que lucha contra el dopaje en Estados Unidos, los tres castigados son "miembros de la conspiración por dopaje del equipo US Postal".
Ninguno de ellos podrá participar en alguna actividad organizada por "algún firmante del Código (Mundial Antidopaje) o cualquier miembro de cualquier firmante", agregó la agencia estadounidense. Además de los sancionados, también están acusados en el mismo caso el médico Pedro Celaya, quien trabaja en el equipo Radio Schack, y el director deportivo Johan Bruyneel, aunque sobre éstos aún no hay una decisión.
Armstrong, quien se declara inocente, demandó ante un tribunal de Texas a la USADA con el objetivo de terminar la investigación que realizaban sobre él y sus colaboradores, pero la misma fue rechazada por considerarla "irrelevante".