Otra paloma para los Bomberos
Radiografía Política / U Na vez más los elementos de Protección Civil demostraron que siguen siendo los únicos uniformados que, además de conservar el respeto de los duranguenses, son los más efectivos cuando se les necesita.
Ayer durante gran parte de la mañana evitaron que una pipa que se había volcado con combustible en a autopista Durango-Gómez Palacio provocara una tragedia de dimensiones mayúsculas. Y por la tarde ya estaban limpiando alcantarillas y coladeras, así como trabajos de revisión y prevención en poblados suceptibles a inundaciones.
Estos hombres que día a día se juegan la vida han demostrado a través de los años que son capaces de controlar una situación de alto riesgo y salvar miles de vidas cada vez que se requiera, y lo hacen sin dudar.
Es cierto que durante esta Administración Municipal encabezada por Adán Soria Ramíirez se les han brindado apoyos que antes no tenían, y que bueno, pero hay que aceptar que la mayoría han sido beneficios sólamente para realizar su trabajo. El salario que actualmente tienen estos héroes anónimos es insuficiente y bien valdría la pena analizar un incremento que desde hace años no reciben.
Nunca sobrará el dinero ni alcanzará para cubrir todas las necesidades que existen, pero si hay alguien que se lo merece son aquellos que laboran en Protección Civil, y basta con preguntarle a los duranguenses y ver que la mayoría estaría de acuerdo.
CALLADITOS, CALLADITOS
Muy tranquilos han estdo durante los últimos días los diputados federales por Durango. Si bien es cierto que durante los tres años de su gestión no todos se caracterizaron por ser efectivos, sí hubo algunos que destacaron por su aceptable desempeño legislativo, como Yolanda de la Torre, Ricardo López Pescador o Pedro Ávila Nevárez, que por lo menos fueron los que más inciativas presentaron durante tres años.
Sin embargo hubo otros que también destacaron pero por sus constantes ausencias en San Lázaro, como Ricardo Rebollo que solamente presentó 3 iniciativas y fue de los más faltones, o el mismo Óscar García Barrón, ambos priistas que se la pasaron cultivando sus relaciones políticas.
Caso aparte el de Marco Cruz Martínez, del Partido de la Revolución Democrática, quien fue el segundo legislador con menos iniciativas presentadas pero de los que más inasistencias tuvieron a lo largo de tres años.
En fin, estos son solo unos datos duros de lo que hicieron estos diputados federales, y que ya están a punto de terminar su gestión, por lo cual andan más preocupados en saber qué les depara el futuro inmediato que en terminar sus tareas legislativas en la Ciudad de México. Ya le tocará el turno a otros legisladores y habrá que ver si pueden superar lo hecho por sus antecesores, que hay que decirlo, no fue mucho.