Al referirse al papel de los sindicatos, el obispo auxiliar de la arquidiócesis, Enrique Sánchez Martínez, expuso en su Episcopeo que se requiere que las organizaciones sindicales nacionales, ceñidas sobre todo a la defensa de los intereses de sus afiliados, vuelvan su mirada también hacia los no afiliados y, en particular, hacia los trabajadores de los países en vía de desarrollo, donde tantas veces se violan los derechos sociales.
"La defensa de estos trabajadores permitirá a las organizaciones sindicales poner de relieve las auténticas razones éticas y culturales que les han consentido ser, en contextos sociales y laborales diversos, un factor decisivo para el desarrollo", indicó.
Refirió que en México se está a la expectativa de lo que suceda en el Congreso, en lo que se refiere a la reforma de la Ley Federal del Trabajo, una iniciativa enviada por el Presidente de la República.
En la Cámara de Diputados se aprobó la propuesta quitando los apartados que obligaban a los líderes sindicales a la transparencia económica y garantizaban el voto libre. La Cámara de Senadores votó la iniciativa y añadió a la reforma artículos que obligan a democratizar la vida sindical. La reforma ha regresado a la Cámara de Diputados, para que estos ratifiquen o desechen los cambios.
A LA ESPERA
"Parece que desde lejos solo somos espectadores de los acuerdos que puedan llegar nuestros legisladores, al elegirlos les hemos dado el poder de hacer y modificar las leyes para el beneficio de los mexicanos. Los medios de comunicación nos presentan un panorama de lucha encarnizada entre partidos políticos, de izquierda y de derecha, y los intereses de los grandes sindicatos a quienes podría afectar dicha reforma laboral", refirió.