A menos de un mes de que hiciera cortocircuito el llamado Motor de Negociación Transaccional que registra las operaciones del piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores, obligando a cerrar operaciones 25 minutos antes de la hora fijada, ayer lunes volvió a trabarse la maquinaria. La carrera, cobijada por la ley de oferta y demanda, se detuvo en dos ocasiones: De las 8:30 a las 8:51 y de las 8:52 a las 9:40, en medio de una ruidosa protesta de los participantes. Una hora sin apuestas.
Si el 28 de octubre pasado el telón cayó justo cuando los inversionistas, vía casas de bolsa, lanzaban su resto para consolidar ganancias o equilibrar pérdidas en el vaivén, lo que representó que las primeras se esfumaran y las segundas se consolidaran, ayer el freno se colocó cuando se fijaba la tendencia, lo que provocó caos.
Lo inaudito del caso es que el sistema conocido como Monet, que había sustituido al Sistema Electrónico de Negociación, conocido como Sentra, tiene sólo tres meses de haberse instalado.
Su costo fue de 150 millones de dólares.
Formados aún en la barandilla de las demandas los afectados por la primera suspensión, llegó el segundo acto. Lo grave del asunto es que no son éstas las primeras veces en que las operaciones se rompen abruptamente. El viernes 13 de abril, a pretexto de un error de dedo del operador de una empresa bursátil, sucedió un caso similar, con la novedad de que se anularon operaciones en firme realizadas en el piso de remates durante los últimos minutos de la jornada.
La decisión la tomó, sin más, el presidente del organismo, Luis Téllez… quien sería demandado por dos casas de bolsa: Accival-Banamex y el Grupo Bursátil Mexicano, alegando daños y perjuicios.
La caldera se había encendido semanas antes, cuando multó al propio Téllez la Comisión Nacional Bancaria y de Valores con 500 mil pesos, por haber filtrado, sin el aval del Consejo de Administración del organismo, que el mercado bursátil se asociaría con la Bolsa de Chicago.
La infidencia, con perfil de información privilegiada, fue aprovechada por una casa bolsa para obtener colosales ganancias. Y si le seguimos, la cadena de tiendas Elektra demandó al propio dirigente de la Bolsa por anunciar una modificación en la metodología para designar a las emisoras que integran el Índice de Precios y Cotizaciones, es decir la élite del mercado.
La fórmula, de acuerdo a los analistas, dejaría fuera a la empresa mercantil del Grupo Salinas Pliego, cuyo crecimiento en su cotización había sido espectacular. Bajo la perspectiva, o si lo prefiere el amago, el precio de los papeles de Elektra registró una caída dramática, provocando una pérdida a los tenedores de alrededor de dos mil millones… de dólares.
La emisora reaccionó demandando al titular de la Bolsa de Valores en reclamo de daños y perjuicios, logrando de entrada que un juez determinara dejar el escenario intacto, es decir no sacar a la emisora del Índice de Precios y Cotizaciones mientras se desahogaba el proceso.
La sentencia sería acatada por Téllez al momento de hacer efectivas las reglas para determinar el muestrario.
Naturalmente, el amago de una eventual condena a Téllez provocó nerviosismo entre los participantes del mercado, considerando que si la Bolsa se hiciera cargo de cargar el fardo, la descapitalización sería estratosférica.
El volumen de reservas preventivas que maneja la Bolsa Mexicana de Valores, vía el Instituto para el Depósito de Valores, es de mil 500 millones de pesos.
La tensión llegó al extremo cuando Téllez solicitó al juez de la causa que se integrara al banquillo a todos los participantes en el Consejo de Administración en calidad de corresponsables, lo que fue obsequiado.
La reacción de éstos fue contrademandar a su vez al presidente del organismo, luego que cada uno de los integrantes del órgano colegiado debió notificar a sus empresas de la situación en que se les había colocado.
El que le aconsejó a Téllez la maniobra fue su asesor estrella, José Córdoba Montoya, es decir el número dos en la Presidencia de la República durante el sexenio salinista.
El problema es que para enfrentar la catarata de litigios contra su presidente, la Bolsa ha erogado hasta hoy 100 millones de pesos, que representan la quinta parte de sus ganancias anuales.
Ahora que el desprestigio del mercado de valores es incalculable.
Fallas técnicas, decía la justificación.
BALANCE GENERAL
En la antesala de hacerse efectiva la venta del Grupo Modelo a la empresa belga-brasileña Anheuser Bush-InBev, se coloca en el mostrador otra de las compañías tradicionales del país: Comex.
La firma de la familia Achar se le venderá a la estadounidense Sherwin Williams, su principal competidora en el país, en dos mil 400 millones de dólares, incluyendo deudas. La compradora opera en México desde hace 60 años, manteniendo tres mil 300 puntos de venta, vía 750 concesionarios.
Su facturación del año pasado fue de mil 400 millones de dólares.
La compañía tiene cinco plantas manufactureras en México. Comex fue una de las principales aportantes a la fallida campaña presidencial de la candidata panista, Josefina Vázquez Mota.
AXTEL EN LA LONA
Desoído el consejo de sus asesores de crear reservas frente a una posible contingencia frente los juicios que enfrenta contra sus competidores en reclamo de pagos no cubiertos en el volado que representaba la modificación de tarifas de interconexión por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, las recientes resoluciones de la Suprema Corte, contrarias a su causa, tienen a la firma regia Axtel en la lona.
La crisis le está obligando a reducir su planta de empleos en 45%… de un total de ocho mil.
El cálculo habla de una deuda acumulada de dos mil 400 millones de pesos.
ZARPAZO A BACHOCO
De acusadora de empresas estadounidenses como Tyson y Pilgrim's por llegar al país con dumping o precio inferior al de su mercado de origen, la firma Bachoco fue colocada en el banquillo por la Comisión Federal de Competencia por el delito de colusión con otras firmas para fijar precios uniformes.
La compañía de la familia Robinson-Bours fue multada con un millón 447 mil 992 pesos por la dependencia.
El castigo alcanza también a la empresa Pollo Industrializado de México con la misma cantidad, además de cinco comerciantes mayoristas.
El común denominador entre ellos es una comercializadora llamada Oxtankah.
En total, las penas pecuniarias alcanzaron tres millones 150 mil pesos.
El contexto hay que ubicarlo el reciente encarecimiento de la carne de pollo a pretexto de las millones de aves sacrificadas en el entorno de la gripe aviar.
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