Ataque. Camioneta Toyota con matrícula BCM242 de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), usada por personal diplomático que fue atacada en la carretera México Cuernavaca, donde viajaban los dos ciudadanos estadounidenses.
La Secretaría de Marina de México y el Pentágono de Estados Unidos tienen firmado desde hace cuatro años un pacto de confidencialidad.
Dicho acuerdo es para intercambiar información de seguridad nacional y para no revelar ésta ni las operaciones que hagan en función de ella a ninguna autoridad gubernamental, empresa, institución u organización e incluso a un tercer gobierno.
El Acuerdo General de Seguridad de Información Militar (GSOMIA, por sus siglas en inglés), que se ha mantenido en reserva y permanece vigente hasta hoy fue firmado en septiembre de 2008 entre el almirante Francisco Saynez, secretario de Marina, y Paul McHale, subsecretario del Departamento de Defensa.
Después de la firma de ese convenio el gobierno de EU ha preferido el apoyo de la Semar en operaciones clave por encima de otras dependencias del Gobierno mexicano, como fue el caso del operativo contra Arturo Beltrán Leyva llevado a cabo el 16 de diciembre de 2009.
El acuerdo podría explicar la secrecía sobre la identidad de los dos funcionarios del gobierno estadounidense emboscados el viernes pasado en Huitzilac, Morelos, así como las razones de su presencia en el lugar en compañía de un capitán de la Marina.
El contenido del GSOMIA, que consta de 22 artículos, fue filtrado a WikiLeaks a través del cable diplomático 08STATE98436 clasificado como confidencial y hasta ahora inédito y al cual se tuvo acceso.
El cable es firmado por la entonces secretaria de Estado Condolezza Rice quien señala en su comunicación que “tenemos entendido que no es necesaria la aprobación de ninguna otra autoridad del Gobierno de México para que entre en vigor una vez firmado, más allá de la aprobación ya concedida por la Secretaría de Relaciones Exteriores”.
El propósito del convenio es generar un intercambio “más suave y fluido con la Semar, especialmente entre el personal militar”, y se permite y regula el intercambio de información de seguridad nacional clasificada entre ambas partes la cual puede estar catalogada como “confidencial”, “secreta” y “ultrasecreta”.
También se definen protocolos para proteger esa información que van desde escoger al personal que tendrá acceso a la misma y que debe ser de “incuestionable lealtad, integridad y honradez”.
Además, las partes se obligan a que bajo ninguna circunstancia se divulgue la información compartida a ninguna autoridad y que incluso ésta debe ser destruida para que nadie pueda tener acceso a ella.
De acuerdo al convenio, éste vence en septiembre de 2013 y será automáticamente renovado cada año a menos que una de las partes avise con anticipación su terminación. Su firma fue confirmada en el cable 09MEXICO283.S
SALEN DE MÉXICO LOS AGENTES ATACADOS
Los dos estadounidenses que resultaron heridos durante la agresión armada en a la camioneta de su embajada, fueron “desalojados” de México por razones médicas y de seguridad, por lo que sus declaraciones ministeriales serán tomadas vía consular, aunque ya ofrecieron su versión de los hechos ante autoridades de su país, de la cual se derivó el pronunciamiento de su gobierno que el incidente fue una emboscada.
Autoridades del gobierno federal confirmaron la salida de México de Jess Hoods Garner y Stan Dove Boss, quienes el viernes 24 de agosto, cuando viajaban en compañía de un capitán de la Marina en Morelos, fueron agredidos con armas de fuego y perseguidos varios kilómetros por elementos de la Policía Federal (PF), a pesar de que la camioneta blindada -que recibió al menos 50 balazos- en la que viajaban portaba placas diplomáticas.
Se detalló que se aplicó un protocolo de seguridad que el gobierno estadounidense adopta en todos los casos donde su personal resulta herido, sin importar el país en el que ocurra el incidente.
“Fueron evacuados del país cuando sus condiciones lo permitieron, para ser asistidos médicamente en Estados Unidos, cerca de su familia”, comentaron fuentes consultadas.
Con esa medida, adicionalmente se evita cualquier situación que pudiera representar un riesgo para el personal, después de ser víctima de un incidente violento.
En el caso concreto, también se consideró su salida de México ante la naturaleza de la agresión, cuyo móvil aún se investiga.
Recordaron que la misma medida se tomó cuando en febrero de 2011, en San Luis Potosí, integrantes del crimen organizado atacaron a dos agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), atentado en el que perdió la vida Jaime Zapata y resultó herido su compañero Víctor Avilés, quien también fue “evacuado” de México 24 horas después de la agresión.
En este último incidente se decidió la salida de los dos estadounidenses -presuntamente integrantes de la CIA e instructores de tiroen cuanto su estado de salud se reportó fuera de peligro y estuvieron en condiciones de realizar el viaje en un avión privado del gobierno de Estados Unidos, con personal médico a bordo; aunque no se precisó la fecha ni el lugar de ese país al que los agentes fueron trasladados.
COLABORAN EN INDAGATORIA
Sobre el reciente incidente, se indicó que la salida de México de Jess Hoods Garner y Stan Dove Boss no entorpecerá las investigaciones que conduce la Procuraduría General de la República (PGR), ya que existe una estrecha colaboración entre ambos gobiernos para esclarecer la agresión.
Aunque los presuntos agentes estadounidenses no rindieron declaración ministerial, ésta se realizará vía consular. Sin embargo, sí declararon ante funcionarios de la embajada sobre los hechos que ocurrieron en el municipio de Huitzilac, cuando se dirigían a las instalaciones de la Marina en el cerro de El Capulín.
¿Qué sucedió?
En un tramo de terracería los empleados de EU fueron interceptados por civiles armados, por lo que uno de los extranjeros que conducía la camioneta maniobró para escapar, lo que desató la agresión; los sujetos, que resultaron ser policías federales, comenzaron a disparar contra el vehículo; otro automóvil pretendió cerrarles el paso para impedir que llegaran a la carreteraMéxico-Cuernavaca, y a la persecución se sumaron otros dos vehículos, desde donde también se disparó.
