Muamba el último caso grave que se ha presentado en el futbol. (EFE)
En los últimos años, los padecimientos cardiacos se han convertido en uno de los más recurrentes en el futbol mundial, situación que se ha vuelto alarmante por las cifras de decesos que se han producido a partir de esas enfermedades.
El reciente caso del delantero uruguayo del Toluca, Iván Alonso, quien podría ser blanco de alguna afección cardiaca que podría alejarlo del futbol mexicano debido a la altura a la que se encuentra la ciudad choricera, se agrega al archivo de incidentes de esta índole.
Hace poco, la FIFA dio a conocer que en los últimos cinco años se ha contabilizado la muerte de alrededor de 84 jugadores mientras disputaban algún partido o se encontraban entrenando.
Uno de los casos más sonados fue el de Fabrice Muamba, mediocampista del Bolton de la Premier League, quien sufrió un paro cardiaco durante un partido de Copa de Inglaterra. Piermario Morosini también fue víctima de un paro mientras su equipo, el Livorno, disputaba un juego ante el Pescara, por lo que tras ser llevado al hospital finalmente perdió la vida.
Otros decesos como el de Josep Colomer del Matadepera, Naoki Matsuda, Kevin Lasso, Daniel Gabriel, Jordi Pitarque y Goran Tunjic también conmocionaron al mundo en los últimos dos años.
En la liga mexicana, únicamente existe un antecedente relacionado con dicho padecimiento. El delantero Antonio de Nigris falleció el 15 de noviembre de 2009 a consecuencia de un paro cardiaco cuando se encontraba dormido. De Nigris jugaba en Grecia con el AE Larisa y era un ícono de nuestro país al haber sido un referente del Monterrey y haber portado en repetidas ocasiones la casaca de la selección nacional.