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PALABRAS DE PODER

LA FE CIEGA EN LA RIQUEZA

JACINTO FAYA VIESCA

‘Nadie fía de prosperidades: sólo el vivir ajustado es el mejor estribo’

Los seres humanos somos tan ingenuos, que cuando pasamos por una buena racha de éxito, tendemos a confiarnos, sin darnos cuenta que las prosperidades y las etapas de escasez se alternan unas a otras.

Y es que todo es cambiante como las olas del mar: unas veces corren hacia un lado, y al segundo, cambian de rumbo. Nuestras situaciones de fracaso no se quedan inmóviles, sino que también cambian: unas veces para agravar el fracaso y otras para encumbrarnos en la prosperidad.

Quevedo, una de las inteligencias más agudas, escribió esta reflexión:

"Nadie fía de prosperidades: sólo el vivir ajustado es el mejor estribo".

Hay que recordar que el estribo cuelga de la silla de montar de un caballo, y que tiene el propósito de que el jinete meta ambos pies en los dos estribos, a fin de que su caída del caballo sea mucho más difícil. El estribo se inventó por una necesidad bélica. El jinete cuando montaba a un caballo con silla de montar, pero sin estribo, su ventaja era mayor al guerrero que peleaba a pie. Pero cuando el estribo se inventó, la ventaja del jinete era enormemente superior al guerrero de a pie, pues al apoyarse en el estribo, podría recargar su peso y enderezar su lanza o pelear con su espada con muy poco riesgo de caer del caballo.

Este instrumento del estribo, fue uno de los inventos que más contribuyeron a las más grandes conquistas en todas las latitudes del mundo. Si el estribo no se hubiera inventado, la geografía política actual sería absolutamente diferente.

La reflexión de Quevedo es agudísima y de un gran valor práctico: "Nadie fía de prosperidades: sólo el vivir ajustado es el mejor estribo".

En primer lugar, Quevedo nos advierte que no debemos estar confiados cuando gocemos de una etapa de prosperidad, pues esa confianza nos puede llevar al descuido, lo que podría conducirnos al fracaso.

Para Quevedo, la "prosperidad" no es nuestro mejor estribo, pues la prosperidad en sí misma no es el soporte fundamental para creer que siempre estaremos bien. Quevedo piensa, que el mejor "estribo" es "vivir ajustado".

Vivir ajustados consiste en apartarnos de los lujos y derroches económicos, que sí son, en cambio, un camino seguro para el fracaso y la escasez. "Vivir ajustado" es vivir económicamente de manera prudente, decorosa, sin tacañerías, pero alejándonos del despilfarro insensato, de los ornatos inútiles y de los gastos innecesarios.

Quien vive de manera prudente y sensata, sí está apoyado en el mejor estribo. La prosperidad en sí misma jamás ha sido un estribo, y si no, pensemos en el desastre financiero mundial provocado por miles de negocios especuladores que operaban en los Estado Unidos. Negocios de especulación que presumían de su gran prosperidad. Las quiebras financieras que en ese país se dieron en las instituciones financieras, se consideraban como las más sólidas: bancos de fama mundial, Empresas inmobiliarias que manejaban millones de créditos hipotecarios, sin la debida cobertura. Compañías especuladoras que acabaron con los ahorros de millones de norteamericanos.

Desde el año de 1929, con el desastre económico llamado la "Gran Depresión" en los Estados Unidos, no se había presentado un problema tan grave como el ocurrido en todo el año de 2009, desastre que impactó en casi todos los países del mundo.

Varios Premios Nobel y el propio Presidente Obama afirmaron que la economía de los Estados Unidos se hundió a causa de que las grandes instituciones financieras de ese país, se comportaron imprudentemente, especularon con una codicia desenfrenada, y nada quisieron saber sobre la necesidad de sostener la economía nacional y las economías personales, en conductas austeras.

Nuestro mejor estribo jamás puede estar en nuestra confianza de que nuestra prosperidad económica es la mejor garantía por sí misma. Nuestro mejor estribo, sólo lo podemos encontrar en nuestra prudencia económica, en vivir con decoro, y apartándonos de los lujos insultantes a otros, el despilfarro y el gasto superfluo. Si nos "montamos" en este desorden, estaremos cabalgando a "pelo", sin montura y sin estribos.

jacintofayaviesca@hotmail.com

twitter: @palabrasdpoder

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