Yo soy la que manda, dijo y en efecto, mandó lo que le mandaron que mandara pues bien vistas las cosas quiere dejar constancia que no se manda sola, al tiempo que expresa que ella y sólo ella es la jefa. Y, el lunes pasado, mandó que cinco nuevos panistas se sumaran a su campaña. Lo que no queda claro es si decidió agregarlos por decisión propia o fue en base a una sugerencia de los panistas que conforman los cuadros directivos del partido bajo cuyas siglas es postulada. Todos los partidos políticos, desde siempre, preparan lo que es necesario preparar para, en una convención, previa campaña interna, decidir quién de los inscritos como precandidatos es electo para que llevando los colores de su partido compita en las elecciones constitucionales. A eso se le llama prima democracia. Será verdad, será mentira o será la vieja del otro día: en el PAN fueron tres opciones, en el PRI y el PRD sólo unigénitos. Gabriel Quadri, que en su casa lo conocen y acostumbran a hablarle de tú, quien se ostenta como candidato del partido Nueva Alianza, pide que cesen la guerra de lodo que han iniciado el partido creado por Manuel Gómez Morín y el revolucionario, que de tal ya no tiene nada pues en el sexenio de Miguel Alemán se dijo había bajado del caballo, supónese todo trasijado, pudiendo decirse que ahora huele a Shalimar de Guerlain.
Se están dando hasta con la cubeta, decían los aficionados al deporte cuyas reglas estableció el Marqués de Queensberry, cuando los púgiles empezaban a sangrar. Los priistas la acusaron de que tuvo resultados mediocres, que para ello mintió descaradamente. La panista habría dicho que quien miente es Peña Nieto. Y como esto no es cosa de adivinar, recurrimos a expertos que nos dirán qué hacer para saber cuál de los dos le gusta la trápala, quién es un engatusador, quién un artista del embeleco, a cuál le fascina el embrollo y la estafa, a cuál le podemos enjaretar el título de embustero más mendaz de la carpa que no se sabe si es Capulina o Viruta.
Nos dicen los entendidos que llegar a saber si un hombre o una mujer están mintiendo es relativamente fácil, aunque me temo que los políticos engañan utilizando capacidades histriónicas que duermen a su auditorio haciéndoles creer que trabajarán en beneficio de la comunidad, cuando en realidad se trata de meros merolicos de los asuntos públicos.
Veamos: con las palabras podrán engañarnos, no obstante con sus gestos corporales nos dirán si es verdad o está chalado.
1.-Podrás saber si alguien te quiere tomar el pelo si se toca muchas veces la nariz o la boca cuando habla.
2.-Observa si presiona un labio contra el otro, si se muerde los labios se pasa la lengua para humedecerlos.
3.-Míralo a los ojos, puede que inicialmente te sostenga la mirada, pero no podrá hacerlo por mucho tiempo, desviará la vista hacia abajo o a los lados o los fijará en algún punto vago con la mirada incierta como buscando que aparezca algo que lo salve de la situación.
4.- Algunas personas te dan la espalda cuando mienten o aparentan no estar interesados en lo que les dicen. 5.- Quien te dice la verdad siempre muestra la cara y te mira directo a los ojos.
6.- Se rehúsa contestar a las preguntas que le formulas con cualquier pretexto, por lo común yendo al baño para poner orden en lo que va a contestar.
7.- Si se ruboriza, palidece o transpira, es que algo anda mal, lo más seguro es que te pretenda engañar.
8.- Ora que si te mira y se agacha, ni duda cabe que es de Pénjamo.
Hasta aquí los casos que pueden presentarse, más, cabe señalar que si ves a cierto político y tratas de averiguar si te está cuenteando, debes tomar en consideración que la mayoría son patológicamente mentirosos. Es muy difícil que te digan algo que sea verdadero. Así se las gastan estos señores. No debe asustarnos que los candidatos se digan cuanta sandez les venga en gana, pues se trata de una contienda en la que parece ser todo lo que se dice es de mentirijillas, algo así como en la lucha libre (que es lo único decente que hay en este país): la Parca contra Blue Demon, (que si les quitas la capucha resultan hermanos gemelos).
En política los golpes bajos son el pan de cada día, los insultos se toman de quien vienen. Además es un show o espectáculo que representan en cada proceso eleccionario, En fin, ahora son tricolores, mañana azules, después vaya Usted a saber.