Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda y Ernesto Cordero Arroyo llegan hoy domingo a la primera jornada electiva para decidir entre ellos quién será el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de México.
Los tres confían en ganar, pero sus equipos ya afinan la estrategia para la segunda vuelta, en caso de que ninguno obtenga 37% de la votación con cinco puntos de ventaja sobre el segundo.
Diez estados serán claves para el triunfo de alguno. Según el Registro Nacional de Militantes del PAN, sobre el cual trabajaron los equipos de cada precandidato y al cual se tuvo acceso, la victoria se definirá con la votación que alcance cada uno en Veracruz, Estado de México, Jalisco, DF, Puebla, Michoacán, Oaxaca, Yucatán, Sonora y Guanajuato, donde se concentra más de la mitad (55%) de los militantes panistas de todo el país.
Vázquez Mota llega como puntera en las encuestas, pero Cordero y Creel rechazan que la tendencia se concrete en las urnas.
"Si por encuestas fuera, Fox no hubiera ganado y yo no estaría aquí, hubiera sido el candidato de Acción Nacional, y Felipe Calderón no hubiera sido el presidente o Andrés Manuel López Obrador hubiera ganado la elección. Las encuestas son como los toros: no tienen palabra de honor", afirmó Creel.
Cordero Arroyo ha mostrado en distintos eventos el apoyo de gobernadores, secretarios de Estado y servidores públicos. Vázquez Mota confía en ganar con el apoyo de liderazgos regionales y Creel va por el voto de aquellos que vayan contra la línea y el acarreo: "Los rebeldes del PAN".
El respaldo no es total. El 2 de febrero, en el cierre de precampaña de Cordero, el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, pidió a la militancia votar por este proyecto; su hermano, el diputado Jaime Oliva, es parte de la estructura de Vázquez Mota. Ese mismo día, el titular del Ejecutivo de Morelos, Marco Antonio Adame, desayunó con Vázquez Mota; mientras que su hijo, Juan Pablo, es coordinador de Cordero en esa entidad.