El pasado viernes 25, enfrentamientos violentos en Hula, en los que se utilizaron armas pesadas, provocaron más de un centenar de muertos, un tercio de ellos niños. (EFE)
El Papa Benedicto XVI expresó este miércoles su dolor y profunda preocupación por la masacre de Hula, localidad del centro de Siria, en la cual murieron unas 116 personas y más de 300 resultaron heridas.
En una declaración oficial, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró que al estupor por la matanza se suma la comunidad católica entera, la cual comparte la condena unánime de la comunidad internacional ante lo ocurrido.
"Al renovar su llamada al cese de toda forma de violencia, la Santa Sede exhorta a las partes interesadas y a toda la comunidad internacional a no ahorrar esfuerzo alguno por resolver la crisis mediante el diálogo y la reconciliación", indicó.
"También los líderes y los creyentes de las diversas religiones, con la oración y la colaboración mutua, están llamados a promover con gran empeño la deseada paz, por el bien de toda la población", agregó.
El pasado viernes 25, enfrentamientos violentos en Hula, en los que se utilizaron armas pesadas, provocaron más de un centenar de muertos, un tercio de ellos niños.
Aunque el gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad se deslindó de lo ocurrido, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó el domingo al mandatario por la matanza.
Siria sufre, desde hace meses, un conflicto violento entre las fuerzas de Al Assad y opositores que exigen su inmediata renuncia al cargo, sin que la comunidad internacional haya logrado mediar en el conflicto.