El obispo de Saltillo, Raúl Vera, consideró que el Papa Benedicto XVI llegará a México en un ambiente de “fracturación” del país.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera, consideró que el Papa Benedicto XVI llegará a México en un ambiente de “fracturación” del país, desesperación social, ausencia de protección a los ciudadanos y de empobrecimiento creciente, en donde es evidente el clima de violencia.
"Me da vergüenza que tengamos al frente del país (al presidente Felipe Calderón) que se dice católico por un lado y por otro implementa una estrategia contra la delincuencia organizada, con ausencia de procuración de justicia, con el Ejército en las calles, con una denuncia por violación a los derechos humanos en una instancia internacional y con más de 50 mil muertos", sostuvo el prelado.
En entrevista, Vera resaltó que se encuentra en una zona donde se vive lamentablemente la violencia, con balaceras y muertos, que tienen con miedo a la gente, lo cual provocó incluso que en dos parroquias en la colonia La Guayulera, de Saltillo, hayan suspendido su viaje a Guanajuato para ver al Papa ante el temor de salir de sus casas.
Raúl Vera, quien consideró lamentable que se registre un abandono de la juventud en medio de este contexto nacional de violencia generalizada, consideró que los ministros de la Iglesia también son responsables de esta situación y de tener católicos como el presidente Felipe Calderón.
"No hemos dado lo que nos corresponde, ni sabido enfocarlo hacia el encuentro de Jesucristo". Y respecto a los ministros no los hemos formado para que purifiquen las estructuras seculares y económicas", indicó.
Ante esto, se le preguntó si el Papa les vendrá a dar un jalón de orejas, a lo cual respondió: "Aunque no nos los dé, es el Vicario de Cristo en la Iglesia universal y con su sola presencia nos dice muchas cosas, porque el Papa es muchas cosas".
Recordó sobre el particular, que en la visita Ad Limina, Benedicto XVI les dijo a los obispos que cómo era posible que en un país con tantos católicos existiera ese nivel de violencia.
Consideró que los ministros deben trabajar en equipo y no considerar que el Pontífice es como el gerente de una empresa que vendrá a resolver cosas con su visita a México, sino pensar en que todos son representantes de Cristo y cumplir con su misión.