Para no odiar al señor sol
A pesar de lo peligroso que los rayos del sol puedan llegar a ser, también debemos darle un poco de crédito. Aporta vitamina D, por lo que es bueno tomar un poco de vez en cuando con las precauciones necesarias, sobre todo la piel de los más pequeños que es 40 o 60 por ciento más sensible que la de un adulto.
Para los más pequeños
Los bebés de seis meses de edad o menos no deben ser directamente expuestos a los rayos del sol, no solamente porque tienden a quemarse más fácilmente, sino que su cuerpo aún no desarrolla ningún tipo de protección natural y no está acostumbrado a los aumentos de temperatura como un niño mayor, lo que puede causar sobrecalentamiento y deshidratación. A esta edad tampoco es muy recomendable que se les aplique protectores solares, pero en caso de ser muy necesario, aplícalo en pocas cantidades y llama a tu pediatra para pedir su opinión.
Moda vs cuidado
¿A quién no le encanta comprarle ropa al bebé? Sobre todo aquellas mamás adictas a las compras y la moda, pero al momento de elegir no sólo hay que tomar en cuenta si luce bien, es muy importante que el color y la tela sean adecuadas para pasar tiempo bajo el sol. Los colores oscuros absorben el calor, por lo que se recomienda optar por colores claros y las telas como el algodón facilitan la transpiración de la piel, así que además de proteger del sol lo harán sentir más fresco. Si creías que sólo los adultos utilizan lentes oscuros, también los bebés pueden, y deben, utilizarlos. Son muy recomendables aquellos contra los rayos UV para cuidar sus ojos y muy importante, no olvides su sombrero, que además que cubrirá gran parte de su rostro, lo harán ver muy a la moda.
En barra, líquido, spray…
Cuando el bebé se encuentra en edad de salir al sol, no olvides prepararlo con un bloqueador que contenga FPS (factor de protección solar). Los hay de diversos números, pero los mayores siempre serán los mejores. Si el factor es de 40 o mayor, el bebé estará muy bien protegido. Se deben aplicar media hora antes de la exposición al sol y continuar aplicando cada dos horas y en el caso de albercas, aplicar de nuevo luego de la salida del agua. Si eres de aquellas personas que pierden la noción del tiempo, lo mejor será que desde un principio le apliques uno de 50 o más.
Cuando el bebé ya no es tan pequeño y aplicarle el bloqueador en crema se convierte en una constante lucha, ahora existen bloqueadores en otras presentaciones como spray o barra que facilitarán la aplicación. Eso sí, siempre toma en cuenta el número de factor y NO olvides zonas como orejas, nariz, labios y los pies si están expuestos.
Mejor en la tardecita
Hay determinadas horas del día donde el sol es más potente que otras, por lo que deben ser evitadas lo mayor posible. Entre las 10 de la mañana y 4 de la tarde los rayos son muy intensos, así que si quieres salir a tomar un paseo con tu bebé de preferencia prepárense temprano para hacerlo o espera unas horas después de la comida o en la noche. Eso sí, cualquiera que sea la hora, si aún hay sol no olvides llevar una sombrilla y de preferencia buscar un lugar con sombra, ya sea bajo un árbol o techo.
No te confíes de un día nublado, hay quienes creen que las nubes cubren al sol y descuidan estos cuidados. Los rayos del sol son tan potentes que penetran las nubes a veces sin darnos cuenta ni sentirlo. Si vas a salir a cualquier hora de la mañana o la tarde, siempre toma en cuenta los consejos anteriores para no lastimar la piel de tu bebé.
TIPOS DE QUEMADURAS
Una quemadura de primer grado provocada por el sol puede ser que no la notes inmediatamente, ya que el dolor y la rojez provocada puede tardar horas en aparecer. Si esto ocurre, moja un trapo limpio con agua fresca y ponlo suavemente sobre en área dañada de 10 a 15 minutos varias veces al día. También puedes darle un baño con agua fresca y bicarbonato de sodio para refrescar su piel y disminuir la rojez. No olvides darle abundantes líquidos, ya sea leche materna, de fórmula, o si ya es mayor, agua para prevenir la deshidratación.
Una quemadura de segundo grado puede hacer que la piel se torne roja, se hinche, duela, produzca ampollas y se sienta caliente al tacto. De ser así, lo mejor será que llames a tu pediatra. El tipo de quemadura más grave, la de tercer grado, es muy poco probable que ocurra debido a una exposición al sol.
FUENTES:
www.vidaysalud.com
www.cilad.org
www.babysitio.com