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Participación ciudadana y mejoramiento ambiental

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Hace unos días en uno de los tantos intentos que realizo periódicamente para ordenar mi estudio y mis libreros, encontré entre una pila de carpetas, libros y muchas cosas más, una libreta de apuntes de hace aproximadamente seis o cinco años. Al abrir la pequeña libreta me encontré con una gran cantidad de anotaciones de varias conferencias a las que había asistido y que me habían parecido interesantes. La mayoría de los excelentes programas de conferencias magistrales de Biodiversa Laguna y de otros eventos de Educación Ambiental, Crisis hídrica en relación a las agroindustrias, entre otros.

Cuando revisé con el dedo la libreta, apareció un esquema garabateado que me llamó la atención. En él se presentaba una disyuntiva de sociedad, la que, encaminada en el proceso de la "modernidad" ocasiona una creciente crisis ecológica caracterizada por el deterioro y destrucción de la naturaleza, acompañada de una galopante crisis social que se expresa en el desgaste y desorganización de la sociedad civil. El autor de este excelente esquema (del cual aun no me puedo acordar) concluye que todo esto ha dado lugar a la formación de una "sociedad del riesgo". Mejor nombre no pudo encontrar, todo está en riesgo y en su lógica del absurdo, se ve muy complicado detenerla y revertir sus efectos. El otro tipo de sociedad, la que sostiene que las cosas pueden cambiar a través de la restauración ecológica, del rescate cultural y la reconstrucción social, la denomina sociedad sustentable.

¿Por dónde empezar? ¿Cuál es el hilo conductor para entrarle a esta transformación? Por lo pronto, podemos decir que si los problemas tienen su origen en la actuación de la sociedad moderna, lo más próximo para intentar resolver la problemática señalada es entrarle por el camino de la organización de la sociedad civil.

No se trata de un rollo vano e intrascendente, se trata simple y llanamente de organizarnos y participar como ciudadanos en la toma de decisiones, las cuales casi siempre son tomadas de manera unilateral por las autoridades de cualquier tipo o nivel. La participación ciudadana en materia ambiental, pretende detener la degradación ambiental y recuperar los rasgos culturales en los espacios en que se desarrollan. Para ello tiene que vencer las inercias negativas que se han formado como consecuencia de la baja participación social: Escasa articulación entre las políticas nacionales y los gobiernos locales en materia de gestión ambiental, actitud pasiva de los gobiernos locales ante una problemática que se les aparece como ajena o de competencia exclusiva de los gobiernos federales, acciones de los gobiernos locales que generalmente no obedecen a una estrategia coherente, sino que se orientan a corregir consecuencias sin atacar las causas de los conflictos ambientales.

En la Reunión de Río de Janeiro, Brasil, 1992, se afianzaron el concepto y las estrategias para la participación ciudadana en las problemáticas ambientales. Esta recomendación, fue ponderada de manera importante por nuestro país, y se dio a la tarea de promover la organización y participación ciudadana en el análisis y solución de los problemas ambientales del país. Se constituyó a través de la Semarnat una estructura de Consejos Consultivos de Desarrollo Sustentable a nivel estatal, regional y nacional, que vienen funcionando desde hace aproximadamente 15 años. Con esta decisión, México se puso a la cabeza de todas las naciones participantes en las Cumbres Ambientales, ya que prácticamente ha sido el único en implementar la recomendación de la participación social. Si bien todo esto es cierto, se debe aceptar que aun la participación ciudadana es incipiente y de poca influencia en la toma de decisiones ambientales.

Una buena noticia que viene a incrementar la participación social en la toma de decisiones relacionadas con el mejoramiento ambiental del Estado de Coahuila, es la reciente constitución de Consejo Ciudadano Estatal para el Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, que será un órgano consultivo integrado por representantes de todos los sectores y tendrá el objetivo de informar de los programas y logros en materia ambiental, así como la definición de áreas de oportunidad para mejorar las acciones que se llevan a cabo. De esta manera, se harán recomendaciones a la secretaria de Medio Ambiente, Eglantina Canales Gutiérrez.

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