Un azul muy profundo. Pese a altos costos, autoridades indican que continuarán con la exploración porque es ‘rentable’. (EL UNIVERSAL)
A pesar de las críticas que recibe Pemex Exploración y Producción (PEP) por su programa en aguas profundas, la tasa de éxitos es de las más altas que hay en el mundo y, en el caso específico del Golfo de México, son dos pozos que abren las puertas a una de las zonas más inhóspitas que hay en materia petrolera pero, al mismo tiempo, que podrían contener el aceite del futuro.
Carlos Morales, director de PEP, lo explica muy fácilmente. Tan sólo con las primeras pruebas que se han hecho, Trión, estaría en el quinto lugar de los yacimientos comerciales descubiertos en el Golfo de México, pero si se ampliara este espectro y se combinara con sitios como los de África o de Brasil estaría dentro de los primeros diez.
Sin embargo, señala en entrevista con EL UNIVERSAL, "hemos considerado que se aumentará la reserva porque se han encontrado buenas señales de que será así y los 500 millones de barriles de petróleo crudo equivalente podrían, en el mejor de los casos, duplicarse".
En el caso de Supremus, la dinámica es distinta, ahí se tiene una reserva que puede fluctuar entre los 250 y los 300 millones de barriles pero es sólo una parte del potencial que el reservorio aguarda porque se harán nuevas perforaciones muy cerca y, al final del día, se tendrán nuevos resultados sumamente positivos, mucho más altos que esta dinámica.
El programa de la paraestatal se reforzará además con la llegada de una nueva plataforma llamada Muralla IV que, como entrenamiento y antes de irse a las aguas profundas, hará perforaciones en regiones bajas del sur del Golfo de México.
Estas prácticas servirán para poder ajustar lo que se necesite en la plataforma y para que los técnicos se acostumbren a la misma, la conozcan y se acostumbren a sus propias posibilidades, dijo. Muralla IV se está terminando en Corea del Sur y se espera su llegada a las costas mexicanas en febrero del próximo año.
El director de PEP, Carlos Morales Gil, dijo que la rentabilidad de los proyectos de aguas profundas está relacionada con las expectativas de reservas que se tienen actualmente, eso es lo que hace que, en este momento, tanto aguas profundas como Chicontepec sean las opciones que se van a explotar.
"Pemex tiene que apostarle a este tipo de proyectos pese a las críticas por los altos costos, porque la estrategia de negocios y de inversiones plantea que se continuarán explotando este tipo de pozos y tanto en Trión como en Supremus se van a hacer desarrollos de largo plazo".
"Sabemos que los desarrollos en aguas profundas, en primera instancia, pueden parecer poco rentables por los altos costos que implican pero con los precios que hoy rebasan los 100 dólares por barril, los 30 a 35 dólares que cuesta desarrollar siguen haciendo un buen negocio explotar esos dos sitios", aseguró el funcionario.
Lo que nosotros podemos decir hoy es que esos pozos son igual de importantes que los que están del otro lado y la estrategia a seguir es seguir explorando el yacimiento de Plegado Perdido hacia el sur, no acercarnos a la frontera con Estados Unidos, porque consideramos que hay más posibilidades de encontrar hidrocarburos en esa zona que al norte, dijo.
De hecho, explica el directivo, desde el lado de Estados Unidos las cosas son muy similares: hay un pozo muy cerca de la frontera con México y a pesar de las inversiones están buscando aceite en una zona menos profunda.
Tanto en el pozo Trión como en el Supremus se van a desarrollar los yacimientos hasta con unos 10 pozos cada uno, hay la intención de ir a por los menos a otros cuatro sitios en aguas profundas entre 2013 y 2015.
Morales Gil manifestó que el éxito en ambos sitios es relativo, muy alto si se compara con Brasil en donde hay por lo menos 100 pozos de este tipo, pero tienen una cantidad similar de pozos que no tuvieron la capacidad comercial o que no pudieron ser explotados.
Si hay alguna reforma que hacer tiene que incluir este tipo de temas fiscales, darle la libertad a la empresa de usar sus recursos en este tipo de proyectos.
Cambio de gobierno no frena plataforma
Los proyectos de Pemex en aguas profundas no se van a detener con el cambio de administración, como resultado de las reformas alcanzadas en 2008, porque hay un cierto grado de autonomía en las contrataciones.
La Muralla IV es uno de estos contratos. La plataforma marina requirió una inversión de 547 millones de dólares y es construida en Corea del Sur, en el astillero de Daewoo Shipbuilding and Marine Engineering, financiada por Grupo R que consiguió un préstamo internacional que lo arrendará a Pemex para la perforación en aguas profundas.
La plataforma semisumergible tiene capacidad para operar en profundidades de hasta 10 mil metros y perforar hasta siete kilómetros por debajo de la superficie.
Grupo R Perforación Marina tiene una apuesta muy fuerte con esta plataforma de sexta generación, gemela de la plataforma Bicentenario que opera Industrial Perforadora de Campeche. La Muralla IV puede operar en tirantes de agua profundos en ambientes moderados, como el Golfo de México, el Este de África y aguas brasileñas.
En el financiamiento participaron Mizuho Corporate Bank, Ltd. y WestLB AG además del Korea Export-Import Bank. La Corporación de Seguros de Comercio de Corea, el Banco de Comunicaciones de NY, el Banco de Desarrollo de Corea, Santander, Grupo Financiero, BBVA, Banco Nacional de México, HSH Nordbank y Scotiabank.
Shale gas no es rentable en México
Por Francisco Garaicochea Petrirena
La rentabilidad total de un proyecto de inversión se integra de tres componentes: específico, colateral y total, que comprende la suma de los dos primeros. Se acostumbra evaluar la rentabilidad de un proyecto de inversión mediante la determinación de indicadores, entre los que resaltan la relación beneficio-costo, el periodo de recuperación de inversión y la tasa interna de retorno.
La rentabilidad específica corresponde al proyecto de inversión. La evalúa quien inicia un negocio determinado. Pemex la usa para justificar proyectos de inversión y obtener el presupuesto requerido para su desarrollo.
La rentabilidad colateral corresponde al proyecto de inversión específico. Está constituida por la suma de rentabilidades de los proyectos derivados del específico.
En México, la explotación comercial del shale oil/gas no se ha iniciado. Pemex contempla la realización de las siguientes actividades: exploración sismológica y perforación de pozos de exploración y evaluación, la constitución de un régimen fiscal especial, creación de reglamentación correspondiente para construir y operar las instalaciones.
La asignación directa de bloques a compañías de servicio, para establecer laboratorios de campo, para hallar tecnologías que Pemex aplicará y transferirá a compañías privadas que harán la explotación de hidrocarburos.
A continuación se preparará el modelo de contrato incentivado, en el que los contratistas propondrán una cuota por cada millar de pies cúbicos de gas producido y una cuota por barril de condensado y de petróleo extraído para obtener el derecho de participar en la explotación de hidrocarburos en bloques seleccionados por Pemex; los contratistas contarán con el pago adicional de recuperación de costos, cuyo monto se encargarán de alzar previamente, para ganar más de lo invertido en la construcción de pozos e instalaciones de producción.
Se definirá un conjunto de bloques en las regiones con reservas probadas y probables de hidrocarburos, para proceder a licitar la explotación mediante contratos incentivados. Se estima que la explotación comercial del shale gas iniciará en 6 años.
La rentabilidad específica de la explotación es mucho menos rentable en México que en Estados Unidos.
La rentabilidad colateral compensaría pero sería necesario establecer y aplicar con éxito un programa nacional de desarrollo de recursos humanos y materiales requeridos para reducir la dependencia existentes de las empresas extranjeras. Pemex sólo ha considerado en sus proyectos de inversión la rentabilidad específica, le deja la colateral a las privadas que le proporcionan múltiples servicios relacionados con la explotación de hidrocarburos. Conclusión: Inducida por asesorías extranjeras, Pemex ha adoptado criterios con los cuales la empresa privada evalúa sus proyectos de inversión que son diferentes de los que se aplican en evaluación de las actividades públicas o sociales, en las que los objetivos de bienestar social (económicos, ambientales, seguridad, cultural, etcétera) pueden y deben evaluarse en términos monetarios. En general, las actividades privadas se evalúan en términos de ganancias para un particular (dueño de la empresa), mientras las públicas se avalúan para obtener el máximo para beneficio general. El autor es presidente del Grupo Ingenieros Pemex Constitución del 17.