Pemex, tras el mercado global

La internacionalización, la competencia en el mercado abierto con las grandes compañías del mundo en los mercados mundiales es la expectativa que tiene el director de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, para la paraestatal que ahora está a su cargo.

Pero antes necesita terminar su proceso de modernización y, sobre todo, flexibilizar varios ámbitos aspecto de la empresa: entre otros su relación con el sindicato y con el Gobierno Federal.

Suárez Coppel pide una mayor flexibilidad y plantea la aplicación de medidas de gobierno corporativo cuyos factores críticos son: modernizar su infraestructura, flexibilidad operativa, financiera y presupuestal.

Flexibilidad comercial, flexibilidad en el contrato laboral y mayor productividad del trabajo, fortalecimiento de la productividad, de las cadenas productivas y de las empresas que trabajan con Pemex.

Entre este periodo de modernización y la competencia en el mercado abierto, hay un periodo de transición que se necesita cumplir y que requiere autonomía financiera, eliminación de los subsidios, cambio del régimen fiscal, capitalización de la empresa y cotización de la empresa en el mercado. Los planes de Suárez Coppel fueron revelados la semana pasada en una reunión del sector energético en Houston, Texas; su conclusión implica que habrá mayor competitividad de la empresa y la expansión de los nuevos mercados.

Pero estos procesos no vienen solos, hay toda una estrategia alrededor de Pemex para que, primero, logre un equilibrio que sea básico para la sustentabilidad de la paraestatal en el largo plazo.

Esta estrategia incluye cambios en las finanzas públicas donde haya una adecuación al régimen fiscal de la empresa y el Estado obtiene una fuente alternativa de ingresos fiscales así como políticas públicas donde se defina el rol del Gobierno Federal y se transparenten los subsidios.

Hacia adentro de la empresa hay cosas que hacer también. Primero requieren tener una gobernanza como compañía, se necesita el gobierno corporativo, autonomía en las decisiones de negocios flexibilidad operativa, financiera, presupuestal y operacional. Otro aspecto es el de seguridad energética. Inversiones en exploración, diseño de nuevos mercados e inversiones en refinación y distribución. Los retos que en este momento ve el director de Pemex es lograr la creación de valor y crecimiento de la empresa, enfoque estratégico y la orientación al proceso, ejecución de proyectos superiores, modernización de la infraestructura, flexibilidad en la procura, sustentabilidad financiera, seguridad industrial, relaciones laborales flexibles.

Desarrollo de recursos humanos, investigación y desarrollo de capacidades y la alineación del sindicato con los objetivos de Petróleos Mexicanos.

Pero, de manera paralela, a pesar de los buenos deseos del director, hay dos procesos extraordinarios que están en marcha en el Congreso de la Unión.

 UNA REFORMA EN ESPERA

El 17 de noviembre de 2011 el senador Francisco Labastida hizo una propuesta de reforma energética donde los temas básicos son: autonomía presupuestaria, flexibilidad en decisiones de negocios y ciudadanizar los consejos de administración de Pemex; un nuevo régimen y un sistema de contratación con una mayor flexibilidad. La reforma propuesta se enfoca mucho en la participación de los Consejeros Profesionales de los organismos. Propone que haya al menos dos, uno enviado por el Consejo de Administración de la paraestatal y otro que se sujetaría a los mismos requisitos y procedimientos de designación, ratificación, sustitución o remoción que le corresponden. Labastida pretende que con su iniciativa haya temas relevantes que no tengan que pasar hasta por siete comités que retrasan los cambios hasta año y medio, busca eliminar la burocracia que hay y una mayor coordinación con las secretarías de Energía, Hacienda y la Comisión Nacional de Hidrocarburos de Pemex.

Entre los movimientos que se proponen está la desaparición del Comité de Remuneraciones y la fusión de los comités de Adquisiciones, Arrendamientos Obras y Servicios y el de Estrategia e Inversiones, por un lado; así como juntar Auditoría y Evaluación del Desempeño con Transparencia y Rendición de Cuentas.

Con la reforma se quiere revisar las atribuciones de los comités y reestructurar los consejos de administración de los organismos subsidiarios y establecer que en cada uno de ellos participe uno de los consejeros profesionales de Pemex.

 LAS PROPUESTAS

La iniciativa propuesta en el Senado de la República propone siete integrantes para los consejos de administración de los organismos subsidiarios: el director general de la empresa, dos consejeros profesionales y cuatro designados por el Ejecutivo.

Esta propuesta es revisada por las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos, cuenta con el apoyo de los senadores Manlio Fabio Beltrones Rivera, Raúl Mejía González, Rogelio Rueda Sánchez y Eloy Cantú Segovia del PRI; el de Graco Ramírez Garrido Abreu, del PRD, y Arturo Escobar y Vega, del PVEM.

La reforma permitiría que Pemex tenga una estrategia para apoyar el desarrollo de proveedores y contratistas nacionales de la industria petrolera, que formará parte del Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos.

"Dicha estrategia se revisará y actualizará cada año y deberá incluir un diagnóstico de la participación de los proveedores y contratistas mexicanos en las obras, las adquisiciones y arrendamientos de bienes y servicios, así como objetivos específicos y metas cuantitativas anuales a alcanzar del grado de contenido nacionales en bienes, servicios y obras, respetando lo establecido en los tratados internacionales", señala.

 EL PAN NO APOYó LA PROPUESTA

El PAN no apoyó esta propuesta; sin embargo, lo que hizo fue crear su propia iniciativa y enviarla al Congreso el pasado 16 de febrero.

Lo que hace es incrementar la flexibilidad operativa de la paraestatal para facilitar el cumplimiento de sus objetivos, plantea que el Consejo de Administración determine sus programas y proyectos de inversión de acuerdo a las necesidades y conveniencia de éstos y que sea quien determine la aprobación de los términos y condiciones técnicas, económicas, ambientales y sociales de los modelos de contrato.

Pide reducir a mayoría simple el número de consejeros que deben estar presentes para una sesión del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y quieren que sean removidos los consejeros que abandonen una sesión sin causa justificada, entre otras medidas.

 EL YACIMIENTO MÁS POLÉMICO

El yacimiento más polémico que tiene Pemex Exploración y Producción (PEP) es Chicontepec, ubicado entre los límites de Veracruz y Puebla. Hoy, en la última revisión de las reservas petroleras que se hicieron, se tiene un volumen original de 81 mil 492.6 miles de millones de barriles, lo que significa una disminución de 40% frente a las cifras que se tienen de hace por lo menos dos años con 137 mil 289.4 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalentes.

Sin embargo, lo único que se puede recuperar son 18 mil millones de barriles por los próximos 30 años.

A la vista de los procesos que se revisaron, se constató que dichos certificadores siguieron las metodologías y procedimientos para la estimación de las reservas, que cuentan con la experiencia relevante y la ausencia de un conflicto de interés en las tareas realizadas. La ventaja es que, después de dos años de no hacerlo, finalmente las empresas dedicadas a la certificación de reservas se pusieron de acuerdo con la paraestatal respecto a la cantidad de aceite que hay en la zona.

Las empresas certificadoras son De Goyler & McNaughton, Netherland & Sewell y Ryder Scott y la diferencia que ellos encontraron contra las que presentó en su momento PEP son menores al 10%, lo que permite que puedan ser certificadas, dice Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos de Pemex.

 LAS RESERVAS EQUIVALENTES

Los cálculos que se tienen para este yacimiento son que al final del día del volumen original de Chicontepec se queden al menos bajo tierra mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

La única manera de que no pueda ser así es si se logra desarrollar la tecnología necesaria y específica para atacar este yacimiento que es atípico frente al resto de los campos petroleros, incluso alrededor del mundo, dice Zepeda.

El esquema de negocios que se usa para explotar este yacimiento es modular en el que la inversión se hace conforme se va requiriendo, no es el esquema tradicional donde se tiene un presupuesto que se ejerce con el fin de alcanzar una meta.

La inversión de Chicontepec es diferente. Se tiene un pronóstico de inversión y conforme se va necesitando se aplica el dinero.

El adiós al gigante

Explotado al máximo en la pasada administración en la búsqueda de una meta imposible que permitiría llegar a México a una producción de 4 millones de barriles de petróleo, hoy, el que fuera el sexto campo supergigante del mundo, está en franco declive y a la espera de finalizar en la siguiente década su ciclo de producción. Es Cantarell, al final del camino.

La producción de Cantarell en el último gobierno del PRI se mantuvo sobre los 1.4 millones de barriles diarios y con procesos de recuperación secundaria que le daban una vida de al menos 25 años con esas expectativas.

Sin embargo, bajo la siguiente administración se impulsó una explotación muy grande, en los años 2003, 2004 y 2005 se mantuvo un promedio por arriba de los dos millones de barriles, y de acuerdo con diversos especialistas se dañó el yacimiento de manera irremediable.