Magnificado a vuelo de fanfarrias y repique de campanas el anuncio del presidente Felipe Calderón sobre un supuesto punto de equilibrio en la relación fondeo-gasto del Sistema de Pensiones de Pemex, lo cierto es que apenas representa una pieza de un colosal rompecabezas
El país enfrenta boquetes en materia de reservas para atender las solicitudes de jubilación y pensión de los trabajadores en al menos 100 sistemas de instancias bajo el cobijo de recursos públicos.
El cáncer, cuya gravedad la han soslayado uno y otro gobiernos, se encuentra lo mismo en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); en los gobiernos de las entidades federativas y municipios; en las universidades públicas; en las empresas paraestatales…
La posibilidad de un estallido podría provocar una crisis en el país similar a la de Grecia. Si en esa nación el faltante de reservas alcanza el equivalente al 160% del Producto Interno Bruto, en México se calcula en 140%.
Si le agregamos los pasivos calculados como deuda pública, cuyo monto alcanza el 35% del PIB; los Pidiregas (Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto) con que se realizaron obras de infraestructura de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, cuya factura alcanza otro 5%, y las deudas de las entidades federativas (2.5%), tenemos un coctel explosivo similar al del país cantábrico, con escalas en España e Italia.
Por lo pronto, el gasto federal de este año encuadrado en el ramo 19 (seguridad social y déficit pensional), que se había presupuestado en 367 mil millones de pesos, alcanzará 430 mil.
De hecho, el rubro ocupa ya el tercer lugar en materia de egreso presupuestal, con un crecimiento de 20% anual, que a ese ritmo alcanzará 1.1 billones de pesos en 2018, es decir de 2.2% del PIB llegará a 5.2%.
En ese contexto, las pensiones consumirán uno de cada cinco pesos de recursos públicos. El dedo en la llaga, en la feria de diagnósticos del país bajo la coyuntura electoral, lo está colocando un funcionario de reconocida solvencia moral: Pedro Vázquez Colmenares, director de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales del ISSSTE, en un libro de próxima aparición titulado Pensiones en México.
Un problema crónico-degenerativo.
La disección del tumor en la propia entraña.
La enfermedad se fue gestando en el escenario de un sistema corporativo cuya generosidad no tenía límite. El cálculo, al fin y al cabo yo me voy, decían los funcionarios, no alcanzó a empatar recursos con prestaciones.
En la cumbre del inaudito, hete aquí, por ejemplo, que firmado en el sexenio echeverrista un nuevo Contrato Colectivo en el Seguro Social, con posibilidad de pensión a los 27 años de trabajo en el caso de las mujeres y a los 28 en el de los hombres, con un monto de percepción equivalente al 120% por ciento del último salario, hasta el zedillista se empezó a fondear.
El boquete actual para atender los reclamos de los trabajadores del organismo alcanza 1.1 billones de pesos.
En la carambola, hete aquí que bajo el marco de la transición demográfica los pensionados viven más, cobran más pensiones y cada vez hay menos jóvenes que los financien.
Lo grave del caso es que a mayor profundidad del problema menos recursos públicos para enfrentarlo, dada la raquítica base fiscal del país.
Por lo pronto, si en 2006 había tres millones de pensionados, en 2010 se llegó a 4.1. Bajo ese ritmo que el número de éstos se multiplicaría cada nueve años.
Y aunque ninguna dependencia pública tiene un diagnóstico integral, los planes públicos pensionarios estudiados hasta hoy registran pasivos por 3.3 billones de pesos al 2010.
El monto que en el 2007 representaba el equivalente a 16.5% del Producto Interno Bruto, tres años después llegó a 30%, es decir se duplicó en el cortísimo plazo.
¿Qué pasaría, se pregunta Vázquez Colmenares, cuando le anuncian a un trabajador que ya no hay recursos para pagarle su pensión? Pensiones: el verdadero peligro para México.
La rifa del tigre será para el próximo Presidente de la República Mexicana.
Cooptados abiertamente por el panismo la Confederación Patronal de la República Mexicana y el Consejo Coordinador Empresarial, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se apuesta ahora a tomar la dirigencia de la Confederación de Cámaras Industriales.
Si antes los presidentes de los organismos empresariales brincaban a puestos de elección popular, ahora los diputados toman las presidencias de éstos.
El triple salto mortal a la inversa.
Legislador del Estado de México por el partido Verde Ecologista, Francisco Javier Funtanet Mange tomará la dirigencia de la Concamin el primero de abril, con la bendición del aspirante priista a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto. A quién le importa si apenas y sabe la dirección de la Confederación. Funtanet está dedicado a la construcción de fraccionamientos de lujo en el Estado de México.
GOL A CRUZ AZUL Aprobada por el Senado una nueva Ley de Sociedades Cooperativas, el jaque le pega de lleno a la cementera Cruz Azul, cuyos dirigentes han transformado lo que se inició como una cooperativa de trabajadores en un poblado del estado de Hidalgo, en una empresa privada.
La fórmula es simple: exigir las ventajas fiscales, laborales o sociales, a que tienen derecho este tipo de sociedades, para actuar bajo parámetros de cualquier compañía.
De acuerdo al nuevo marco, de entrada, aunque las cooperativas pueden contratar trabajadores asalariados, cuando éstos tengan tres años de antigüedad tienen derecho a ser socios.
Fuera, pues, la simulación.
Como usted sabe, la figura no sólo priva para empresas sino para compra de productos de consumo.
¡LUCES, CÁMARA...!
En la sorpresa de la temporada, el presidente de la Asociación Mexicana de Filmadores, Carlos Barrón, está exigiendo un marco regulatorio para evitar abusos laborales y falta de pago en la producción de comerciales.
Año con año se transmiten en el país alrededor de tres mil comerciales, de los cuales dos mil 600 se filman en el país y 400 llegan del extranjero. El mercado alcanza dos mil millones de pesos.
El caso es que durante la filmación de algunos comerciales de las grandes marcas se generan abusos como el mantener en el set de producción por más de 12 horas a niños que son explotados por sus padres.
En Estados Unidos un bebé no puede permanecer más de una hora, y en el caso de niños se reclama que se disponga de maestros que impartan clases en el set. Ahora que los pagos se vuelven misión imposible.