Trabajos de construcción del libramiento y Periférico de Durango dañaron una pequeña franja de la zona arqueológica La Ferrería, dejando al descubierto cuatro restos humanos que tienen al menos mil 300 años de haber sido enterrados.
José Luis Punzo Díaz, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, dijo que los trabajos de construcción abarcaron parte de la zona arqueológica "sólo de una orilla", aunque asegura que a las autoridades correspondientes y a la constructora encargada de los trabajos se les dio a conocer los límites de la zona arqueológica antes.
"Lo que pasa, creo yo, es que el espacio denominado Los Humedales, poca gente puede distinguir que es zona arqueológica, a simple vista no se sabe, pero los especialistas lo reconocen por la forma de acomodo de piedras; me imagino que nunca pensaron que se trataba de zona arqueológica", señala el arqueólogo, quien asegura que pudo haberse tratado de un error de cálculo.
VALOR HISTÓRICO
La maquinaria pesada al iniciar con los trabajos de excavación, dejó al descubierto los restos. Arqueólogos del INAH Durango supieron que se trataba de un cuerpo pre hispánico por la zona donde se encontró e iniciaron con la recuperación de los restos.
En los alrededores donde se encontraba el cuerpo fueron encontrados otros tres, entre ellos el de un niño menor de 10 años.
Hasta ahora sólo se ha logrado determinar el sexo del primero, una persona de alrededor de 35 años, pero llamó la atención la forma en que estaba enterrado.
El cuerpo no está acostado boca arriba o recostado en posición fetal, "estaba sentado", una posición poco común.
En los restos del menor se encontró en la boca lo que se conoce como un salchihuite (piedra preciosa en Nahuatl) de color rojo que a decir del especialista, se la ponían a los cuerpos para que pudieran cruzar al más allá.
Los huesos se quebraron con el vibrar de las maquinas, "son huesos que estaban completos pero por la antigüedad de los mismos, bastaron las vibraciones para que se quebraran.
Se buscará conocer el genoma del sujeto prehispánico en Durango a través del ADN realizando a cada cuerpo la prueba de hueso.
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