El paludismo se transmite por un mosquito que habita en zonas templadas, tropicales y subtropicales. ARCHIVO
En México aún se registran casos de paludismo, pero no se comparan con los niveles de entre 1940 y 1950, cuando el número de personas infectadas y fallecidas significó la tercer causa de muerte, indicó el especialista Raúl Romero Caballero.
En el marco del Día Mundial del Paludismo, que se conmemora el 25 de abril, el infectólogo indicó que aun cuando la afección haya disminuido se debe prevenir la proliferación del insecto trasmisor del paludismo y promover la desinfección de zonas aptas para su desarrollo, así como una detección y atención tempranas.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refirió que de 1949 a 1953 hubo casi 24 mil defunciones por año y los estados más afectados fueron Chiapas, Oaxaca y Tabasco, pero conforme se avanzaba a la Península de Yucatán, costas del Golfo y Océano Pacífico, decreció.
En este contexto, mencionó que de enero a la tercera semana de marzo de este año, se detectaron 72 infecciones: en Chiapas, 54; Chihuahua, cinco; Nayarit, seis; Durango, cuatro; Quintana Roo, una; Sinaloa, una y Tabasco, una.
En el mismo periodo, pero de 2011, la cifra fue de 71, según datos del sector Salud, Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica y de la Dirección General de Epidemiología. En Nayarit, Michoacán, Oaxaca, y frontera sur, cerca del Pacífico, persisten los focos de transmisión.
Romero Caballero afirmó que a partir de 1955 se pusieron en marcha acciones sanitarias que permitieron el control, y si bien en la actualidad se observan algunos brotes, sobre todo en la zona intertropical, ya no hay decesos por esta enfermedad.
El experto en infectología explicó que ese mal se adquiere por contacto con el parásito Plasmodium, cuyo vector es el mosco Anopheles, que cumple su ciclo de vida en aguas estancadas, ambiente para su desarrollo larvario.
El mosquito Anopheles habita en zonas templadas, tropicales y subtropicales; transmite las siguientes especies: Plasmodium falciparum, Plasmodium malariae (los más agresivos), así como Plasmodium vivax.
La presencia de este padecimiento, subrayó Romero Caballero, no está ligada exclusivamente al subdesarrollo, pues con recursos económicos, pero sin infraestructura, no puede hacérsele frente.
“Para que un mosquito se establezca debe tener las condiciones ecológicas que le permitan su ciclo biológico: agua de corrientes lentas o estancadas, porque ahí la larva encuentra la temperatura, las condiciones climáticas y ecológicas para desarrollarse”, puntualizó.