Don José Trinidad Pérez y don Tomás Garza Galán, presidentes municipales de Saltillo, Coahuila, en 1935 y 1936.
Los siguientes datos fueron tomados del libro: Saltillo, Gobierno Municipal, 1900-2005, de la autoría del escritor coahuilense don Roberto Orozco Melo, como sigue:
Don José Trinidad Pérez y don Tomás Garza Galán. A causa de las controversias políticas entre el gobernador Valdés Sánchez y los grupos identificados con el Pérez Treviñismo, el Congreso del Estado expidió el decreto No. 162, con fecha 18 de abril de 1936, en el cual se asentó la suspensión acordada por el Ejecutivo del Estado -el gobernador interino Valentín Villarreal- en contra del presidente municipal José Trinidad Pérez y el cuerpo de regidores y síndicos. En el mismo documento, firmado por el diputado presidente de la 32ava. legislatura, Adalberto E. Guillén, se designó como alcalde sustituto al licenciado Tomás Garza Felán.
José Trinidad Pérez, antes de retirarse con todo y Cabildo, ordenó varias acciones que beneficiaron a Saltillo, por ejemplo, retirar las bombas de gasolina instaladas en algunas banquetas. Esta medida contribuyó a agilizar el tráfico vehicular, junto con la modificación de las angulosas esquinas de varias calles a las que se les dio forma curva.
1935 el Ayuntamiento había dado nuevos nombres a algunas calles, quedando así: Mexiquito, cambió por presidente Cárdenas; Cuitláhuac por General Francisco Murguía. Coyoacán por Luis Gutiérrez y el Callejón del Chivo por Jesús García, honrando la memoria del héroe de Nacozari.
El Cabildo saltillense consideró pertinente también que la estatua del destacado liberal republicano Juan Antonio de la Fuente estuviera en el jardín central del nuevo edificio del Ateneo Fuentes, así que lo retiraron de la Alameda Zaragoza y la ubicaron en su nueva base el cinco de septiembre de 1935.
Desde finales de abril, el Ayuntamiento enfrentaba una deuda de 35,000 pesos con el Asilo Trinidad Narro Mass por concepto del uso de agua Buenavista, más 175 pesos mensuales por intereses. Por las difíciles circunstancias económicas que atravesaba el Municipio en esos momentos, se llegó a un acuerdo con el patronato del asilo: los intereses serían de 125 pesos mensuales.
...El país había entrado desde 1938 a una radical transformación política y social, el Gobierno del General Lázaro Cárdenas imprimía un sello distinto a la administración pública girándola hacia un socialismo moderado. Coahuila era gobernado desde 1933 por el doctor Jesús Valdés Sánchez. Los efectos de la política cardenista llegaban a todos los rincones del país y en Saltillo, como en muchas partes, ciertos grupos conservadores de la sociedad manifestaban su desacuerdo: el 11 de octubre se publicó el aviso siguiente: Hágase del conocimiento del público que con objeto de conservar la tranquilidad pública que tratan de alterar los elementos clericales y capitalistas con motivo de la implantación de la enseñanza socialista, en lo sucesivo no se concedería ningún permiso para manifestaciones públicas hasta en tanto no haya desaparecido la agitación que malévolamente han venido tratando de crear los enemigos de la revolución.
Por otro lado, el alcalde había tomado medidas extremas en las finanzas pues simplemente no había dinero en las arcas municipales, fue entonces cuando, para ayudar un poco al Municipio en su economía, el Gobierno del Estado le compró un día de agua a la Arizpeña.
