Don Manuel Valdés Dávila, presidente municipal de Saltillo, Coah., durante el periodo de 1955 a 1957.
Los datos y textos de este artículo fueron tomados del libro: “Saltillo, Gobierno Municipal, 1900-2005”, de la autoría de don Roberto Orozco Melo, escritor y periodista coahuilense, relacionados con don Manuel Valdés Dávila, presidente municipal de Saltillo, Coahuila, como sigue:
“Ante el alarmante estado de las finanzas municipales la administración de Valdés Dávila, instrumentó un programa de austeridad y exhortó a la ciudadanía a cubrir sus rezagos del impuesto predial. A raíz del incendio del Mercado Juárez en 1952 el Ayuntamiento había dejado de recibir veinte mil pesos mensuales por concepto de rentas de los locales existentes en el mercado: algunos negocios cambiaron de giro o cerraron y todo vino a agravar la crisis municipal”.
“No obstante, esta administración aumentó el presupuesto destinado a la educación en 131%. Era necesario, pues los profesores estatales habían fortalecido su sindicato para exigir mejores sueldos. El Ayuntamiento sostenía cuatro jardines de niños con 416 alumnos, más 16 escuelas primarias con 8,161 escolares. También se hacía cargo del personal administrativo y de intendencia. Durante el trienio se abrieron cuatro planteles escolares más, que albergaron a 1,055 alumnos”.
“La que se afectó por la falta de dinero, fue la obra pública programada, ya que los recursos se canalizaron a resolver las necesidades más urgentes. De esa manera sólo fue posible ampliar y nivelar diferentes tramos de las calles Victoria, Allende, Venustiano Carranza, Abasolo, Guillermo Prieto y Matamoros; el arreglo de algunas fachadas, cordón, cuneta y pavimento”.
“El crecimiento de Saltillo y la consecuente extensión del área habitada obligó a prolongar las siguientes arterias: Dinisio García Puentes, Matamoros, Gobernador (hoy Armillita), La Llave, Rafael Cepeda, Andrés Saucedo, David G. Berlanga, 16 de Septiembre y 5 de Febrero. Esta prolongación fue de 7,700 metros, la superficie pavimentada de 145,7’145,302) metros cuadrados, más 39,670 metros lineales de cordón cuneta. Para solventar este gasto, el Municipio tuvo el apoyo de la iniciativa privada saltillense y de los vecinos que ayudaron a construir 12,337 metros cuadrados de banqueta”.
“...Para dar mantenimiento al alumbrado público adquirió el Ayuntamiento una camioneta que trasladara al equipo de electricistas. En la Alameda Zaragoza se instaló un nuevo sistema de alumbrado ornamental e igual se hizo en el bulevar Constitución. El Estadio Saltillo se iluminó con alumbrado especial para la celebración de juegos nocturnos de basebol. También se le condonaron los impuestos al club de beisbol, lo que equivalió a subsidiar un espectáculo a costa de todos los saltillenses”.
“Don Manuel Valdés Dávila concluyó con buenas cuentas su administración municipal. Nada quiso saber ya de la política y se retiró a seguir trabajando sus tierras en el Municipio de Arteaga. En todos los estratos sociales de Saltillo había dejado una excelente impresión su laboriosidad, discreción, modestia y sentido humano”.
“La política sin embargo seguiría su marcha. Una nueva generación de ciudadanos, hombres y mujeres interesados en el servicio público aparecían en las páginas de los periódicos como aspirantes a presidentes municipales o a síndicos o regidores. Algunos buenos ciudadanos habrían que jamás pensaron en ser alcaldes y sin embargo lo fueron, como había sido el caso de don Manuel Valdés Dávila, y lo fueron con éxito”.
