Estrechamente relacionado con la obesidad, la resistencia a la insulina afecta al 90 por ciento de personas con exceso de peso quienes presentan una baja producción de la misma lo cual repercute en la salud de manera considerable.
El endocrinólogo del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco, Miguel Escalante Pulido, dijo que la disminución o sobre producción de insulina genera descompensación importante al organismo, desencadenando múltiples padecimientos.
Añadió que la insulina, cuya función primordial es nivelar y lograr un óptimo aprovechamiento de las azúcares ingeridas en la alimentación por medio de la metabolización, debe ser procesada adecuadamente, de lo contrario se produce diabetes.
Esta situación puede derivar en el desarrollo de quistes ováricos, en generación de ácidos grasos (hígado graso) alteración de los triglicéridos y elevación de los niveles de colesterol dañino, así como arterioesclerosis o infartos.
Manifestó que el síndrome de la resistencia a la insulina básicamente se produce por un mal funcionamiento del páncreas, en personas con sobrepeso comúnmente se genera por un sobre esfuerzo del mismo.
Lo anterior se deriva de la ingesta excesiva de alimentos que deriva en una dificultad para metabolizar grasas, azúcares y carbohidratos del organismo, sin embargo personas sin sobrepeso aunque en menor cantidad pueden padecer esta disfunción.
Advirtió que la resistencia a la insulina puede complicarse con otros padecimientos puede comprometer la vida del paciente al desencadenar dificultades para respirar, severa falta de oxigenación al cerebro y arritmias cardíacas, entre otros riesgos.
Algunos síntomas del síndrome de la resistencia a la insulina son dolores de cabeza, pérdida de peso, y constantes deseos de miccionar, entre otros.
Escalante Pulido estimó que el 25 por ciento de los pacientes que acuden al Servicio de Endocrinología de este nosocomio son diagnosticados con síndrome de resistencia a la insulina.
En cuanto a la prevención, el especialista recomendó a todas las personas con antecedentes familiares de diabetes realizarse un chequeo general por lo menos una vez al año para descartar riesgos.
