Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Pestañas perfectas

En el antiguo Egipto, las mujeres hacían una pasta de kohl, miel, galena (sulfuro de plomo), malaquita, hollín o carbón -y hasta heces de cocodrilo- para oscurecer y definir sus pestañas.

En el antiguo Egipto, las mujeres hacían una pasta de kohl, miel, galena (sulfuro de plomo), malaquita, hollín o carbón -y hasta heces de cocodrilo- para oscurecer y definir sus pestañas.

EL UNIVERSAL

La máscara de pestaña es uno de esos cosméticos indispensables en nuestro arsenal de belleza. Así sea aplicada en una sola capa y con el apuro característico de la cotidianidad, hace la diferencia aportándole luz al rostro al "abrir" la mirada.

Su origen se remonta al Antiguo Egipto, donde las mujeres hacían una pasta de kohl, miel, galena (sulfuro de plomo), malaquita, hollín o carbón -y hasta heces de cocodrilo- para oscurecer y definir sus pestañas. La primera máscara de pestañas moderna fue inventada por Thomas Williams, quien mezcló vaselina y polvo de carbón para su hermana Mabel, y en 1913 creó reconocida firma cosmética para comercializar su creación.

El mercado cosmético actual ofrece versiones para todos los gustos: alargar, separar y aportar volumen, efectos que se logran gracias al diseño del goupillon o cepillo. En cuanto a las fórmulas también existen diferencias: algunas de ellas no sólo aportan color sino que incluyen componentes que fortalecen y estimulan el crecimiento de las pestañas.

Además, las casas de belleza cuentan con máscaras en versión clásica -aquélla que se corre al más mínimo lagrimeo- y versiones a prueba de agua o waterproof, que aguantan más pero resultan muy difíciles de desmaquillar, ya que tras pasar el algodón con la crema o loción limpiadora siempre quedan rastros de color que perduran hasta el día siguiente, amén a que el gesto repetido de limpieza hace que una cuantas pestañas se caigan; nada menos deseable.

Buscando complacer los deseos de todas, que se resumen en lograr longitud, un color intenso que no se desvanezca con el pasar de las horas y un desmaquillado suave, los laboratorios cosméticos han desarrollado las máscaras tubing o tubes, una fórmula totalmente distinta a la tradicional, compuesta -en líneas generales- por pigmentos, ceras (parafina, cera de abejas, cera de carnauba) y aceites (lanolina, aceite de lino, de ricino, de sésamo, entre otros).

La fórmula de las máscaras tubing se basa en los polímeros, plásticos con moléculas en forma de cadena que se enlazan a medida que vamos añadiendo capas del producto, sin esperar que se sequen; así se pueden -literalmente- construir unas pestañas glamorosas porque estás se alargan más allá de su longitud natural. Su cobertura es de "360 grados" según el maquillador Troy Surratt: "A medida que el polímero es aplicado con el cepillo, el tubo se forma, como la estructura de una estalactita, añadiendo milímetros hasta las pestañas más cortas".

La otra gran ventaja de las nuevas máscaras es que se retiran con agua tibia sin necesidad de aplicar productos adicionales. El polímero no es soluble en agua fría, así podemos llorar o sudar sin temor, pero basta con aplicar agua tibia para que salga fácilmente sin frotar, con aplicar una ligera presión, lo cual significa que nos despedimos con ellas de los molestos "ojos de mapache" o "antifaz"; al retirarlas sólo se perciben unos diminutos hilos plásticos que son los "tubos" que cubrían cada pestaña. Mujeres de ojos sensibles, las que los frotan con frecuencia, aquéllas que tienen piel grasa o las que viven en climas húmedos son las mayores beneficiarias de esta tecnología aplicada a la belleza.

La desventaja, referida por algunas de sus usuarias en la red, es que estas máscaras no aportan mucho volumen, sólo alargamiento. Una posible solución es usar una máscara tubing y luego una normal para volumen, para obtener lo mejor de ambos productos.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

En el antiguo Egipto, las mujeres hacían una pasta de kohl, miel, galena (sulfuro de plomo), malaquita, hollín o carbón -y hasta heces de cocodrilo- para oscurecer y definir sus pestañas.

Clasificados

ID: 704605

elsiglo.mx