Estados Unidos hizo un llamamiento a Egipto para que respete los principios democráticos "de manera transparente" y los derechos de todos los ciudadanos, en referencia al enfrentamiento entre el nuevo presidente, Mohamed Mursi, y la Junta Militar sobre la validez del Parlamento.
Estados Unidos está en contacto con los líderes egipcios y observa de cerca la situación en el país africano, según explicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor, en un comunicado.
Mursi ordenó ayer la restitución de la Cámara baja del Parlamento disuelta el pasado mes por la Junta Militar, en una acción que permite a los islamistas recuperar el poder logrado en las urnas.
El presidente egipcio, que comenzó su mandato el pasado 30 de junio, emitió un decreto en el que anula una resolución de la cúpula castrense por la cual la Asamblea del Pueblo (Cámara baja) quedaba disuelta desde el pasado 15 de junio.
De esta forma, Mursi ordenó restablecer las sesiones de la cámara y devolverle sus prerrogativas, que se encontraban en manos de las autoridades militares desde su disolución.
La Junta Militar había actuado basándose en un fallo del Tribunal Supremo Constitucional del pasado 14 de junio, en el que anuló los últimos comicios legislativos por irregularidades.
El Constitucional consideró en su fallo que los partidos no respetaron la ley electoral, que impedía presentar a representantes de fuerzas políticas en el tercio de candidaturas reservadas para independientes, lo que la entonces gobernante Junta Militar aprovechó para ordenar la disolución de toda la Cámara baja.
Sin embargo hoy, un día después de la restitución, el Constitucional egipcio afirmó que sus decisiones son "obligatorias para todas las autoridades del Estado y para todos", en referencia a la maniobra de Mursi.
Según un comunicado del tribunal, difundido por la agencia de noticias estatal egipcia Mena, la corte defiende que sus "fallos y todas sus resoluciones son definitivas e inapelables por la fuerza de la ley".