El gobierno peruano denunció hoy que grupos sociales que se oponen a la minería en la región andina de Espinar radicalizaron sus protestas en contra de esa actividad, por lo que llamó a la calma para evitar que se incremente la violencia.
El presidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés, dijo este lunes a una radio local que se han entablado denuncias por los desmanes producidos y señaló que serán llevados a la justicia quienes bloquean carreteras y ataquen a los policías.
“Hay una notable radicalización de las protestas en la provincia de Espinar, en Cusco, donde el Frente de Defensa (de esa zona) rechaza las acciones de la empresa minera Xstrata”, indicó el funcionario.
Descartó que los manifestantes tengan “argumento técnico” para insistir en sus protestas y ocasionar choques contra los agentes del orden, como ocurrió el fin de semana pasado, cuando se produjeron violentas protestas que dejaron nueve policías heridos de gravedad.
Valdés insistió que “se aplicará todo el peso de la ley contra quienes quieran violentar el Estado de Derecho” y aseguró que el gobierno del presidente Ollanta Humala también está preparado para afrontar otros conflictos sociales.
Las protestas que llevan una semana en la región de Espinar son contra toda actividad minera bajo el argumento de los comuneros de que se contaminan sus ríos y se mueren sus animales.