A dos semanas de las elecciones presidenciales, la Arquidiócesis de México aseguró que, si bien hay un claro ganador en las urnas, existen también una serie de inconformidades de distintas magnitudes que vale la pena considerar en orden para mejorar la democracia en el país.
"Nadie puede ignorar, ante las irregularidades cometidas, que nuestra democracia no tiene todavía la calidad y la solidez que todos quisiéramos", reconoció la jerarquía católica en el editorial del semanario "Desde la fe".
Asimismo, recordó que el proceso electoral no termina con las elecciones.
"Una vez que se hace el recuento de los votos y se indica el resultado de los mismos, la ley tiene previsto un tiempo de aclaraciones o impugnaciones por parte de los contendientes, que finalmente deberán ser resueltas y juzgadas por el Tribunal Electoral", destacó.
Incluso en la publicación se incluyeron una serie de recomendaciones para los nuevos actores que gobernarán el destino del país.
SUGERENCIAS A GOBIERNO En el editorial, titulado "La Legalidad del Proceso Electoral", se establece que una vez cibida la constancia de presidente electo se debe evitar un "inoportuno triunfalismo", que sólo provocaría mayor división en nuestra inconforme sociedad.
Incluso, se recomendó que el presidente electo debe buscar con entereza una actitud humilde y de apertura hacia todas las fuerzas políticas del país.
"No se puede regresar al autoritarismo y opacidad de otras épocas", advirtió, ya que no es éste el mandato ciudadano manifestado en la pluralidad y diversificación del voto.
El editorial de la publicación católica pidió a los partidos políticos y a los candidatos a todos los puestos de elección popular saber aceptar la decisión de los ciudadanos expresada en las urnas, y en caso de haber irregularidades también aceptar la participación de las instituciones que se han creado para dar certidumbre a nuestra vida democrática.
Para la Arquidiócesis Primada de México, la mayor preocupación del nuevo gobierno ha de ser consolidar lo que se ha avanzado en materia económica y seguridad social, así como en cuanto al combate al crimen organizado.
Entre sus recomendaciones, la jerarquía católica destacó que la nueva administración "urgentemente ha de buscar elevar la calidad educativa, cada vez más rezagada, y erradicar la corrupción en todos los niveles".
Señaló que cuando un gobierno pone delante el interés y compromiso con todos los ciudadanos superando el clientelismo y partidismo político se gana el respeto de todos.