La Arquidiócesis Primada de México llamó a terminar con la indiferencia que impera en el país ante la corrupción penitenciaria que se vive en México, y urgió a actuar en consecuencia.
"La monstruosa corrupción que impera en estas instituciones nos revela claramente que con el presente sistema y con el personal que lo dirige, jamás se va a inhibir el delito ni será imposible encontrar la salida hacia una auténtica reinserción social de los presos".
En su editorial del semanario Desde la Fe, la Iglesia católica sostuvo que con la "carcelización" del sistema penal mexicano, "los legisladores han contribuido a que el círculo vicioso delito-cárcel-contaminación-delito se encuentre en un callejón sin salida". Por ello, señaló que más que nunca es necesario buscar nuevas formas para la ejecución de las penas a los delitos menores, recurrir a los adelantos tecnológicos en materia carcelaria, profesionalizar y depurar el personal penitenciario.
"Y sobre todo, tener la corresponsabilidad social de que todos podemos aportar en la prevención del delito y en la construcción de la paz y de la no violencia", señaló la Arquidiócesis.
Además, calificó de "inconcebible" que las fugas masivas de presos ocurran ante la mirada de los directivos de estos centros y que, en algunos casos, los vehículos utilizados para ese fin se den el lujo de regresar, una y otra vez, al mismo penal para recoger a los fugados. "Aún más absurdo e inaceptable es el hecho de que, después de esto, las autoridades salgan a informar que se está investigando la forma en que sucedieron los hechos". Refirió que con el combate al crimen organizado, al tener los penales federales saturados, la mayor parte de los detenidos por delitos del fuero federal han sido enviados a cárceles del fuero común, lo que ocasiona la contaminación de estos centros y la infiltración de la acción delictiva de los cárteles en el sistema penitenciario.
Donde, cosa insólita, apuntó, se ha dado el deplorable fenómeno del autogobierno, que de forma escandalosa ha alcanzado a 60 por ciento de los reclusorios, según la CNDH.
