Periodista. Marco Antonio Ávila García, de 39 años, secuestrado el jueves en Ciudad Obregón, en el estado mexicano de Sonora.
Josefina García, madre de Marco Antonio Ávila García, reportero del "Regional de Sonora", cuyo cadáver fue localizado un día después de haber sido secuestrado por hombres armados, elevó la voz para pedir justicia y que la muerte de su hijo no quede impune como tantos otros homicidios de comunicadores en Sonora.
"Soy una madre destrozada por el dolor; no quiero que esto quede así, no quiero impunidad como tantos otros, quiero que se investigue y haya resultados porque al rato van a seguir las agresiones contra otros periodistas, no se vale lo que están haciendo", manifestó entre llanto.
Marco Ávila García, de 36 años de edad y 15 de ejercicio periodístico, fue encontrado muerto el viernes pasado en Guaymas en el norte del estado luego de ser capturado por pistoleros el jueves en un lavado de autos de Ciudad Obregón, cabecera del municipio de Cajeme.
"Mi hijo era muy bueno, buen hijo, buen esposo y muy buen padre; siempre estuvo al pendiente de todos, era muy trabajador, muy entregado y responsable", añadió la mujer mientras el cuerpo del reportero especializado en la fuente de policía era velado el sábado en la Funeraria Mission de Ciudad Obregón.
El periodista estaba casado con Karina Judith y dejó huérfanos a dos niños, uno de seis años y otro de un año 10 meses. Familiares, amigos, periodistas y directivos de varios medios de comunicación se concentraron en la funeraria.