Fe y devoción. Viven feligreses con fervor el Vía Crucis; más de 20 mil personas se dieron cita en el cerro de las Noas para acompañar la representación que desde hace 30 años realiza en el lugar el grupo de católicos de la colonia Jacobo Meyer.
Agua y paz, fue la plegaria que rezó el obispo de Torreón, José Guadalupe Galván Galindo, durante el Vía Crucis en el cerro de las Noas en el Viernes Santo.
Monseñor dijo que la situación es muy grave en el campo lagunero debido a la falta de lluvias e hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno, así como a la Iniciativa Privada, para que se acerquen a los agricultores y les apoyen tanto con programas como con inversiones, de modo que puedan salir adelante.
Galván Galindo pidió aprovechar el fervor religioso a los ciudadanos para que se unieran en una sola oración y pedir por lluvias y por la paz en la Comarca Lagunera.
El obispo exhortó a los fieles a "seguir caminando, pero siempre ser constructores en lugar de destruirnos unos a otros".
Dijo que es momento de que los ciudadanos se pregunten qué es lo que deben hacer para que haya un cambio en la región y aseguró que no están solos, pues hay otros que también sufren por la inseguridad, la violencia y que necesitan esperanza.
El obispo de Torreón encabezó ayer el Vía Crucis en el cerro y acudió sin escoltas ni seguridad, como en el año anterior.
