Burhan Ghaliun, presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), que aspira a representar a la oposición al régimen de Bachar al Asad, hizo ayer una primera autocrítica al pedir apoyo para el Ejército Sirio Libre (ESL), compuesto por desertores, y reconocer que la oposición política es lenta y está poco unida.
"El punto débil es la oposición política: no es ni el Ejército Sirio Libre ni el frente internacional ni los grupos que coordinan las manifestaciones en Siria, que son mejores que nosotros", reconoció Ghaliun en rueda de prensa celebrada en Estambul.
La confesión de Ghalium viene después del último congreso del CNS, en el que grupos declararon abandonar esta institución, y un día antes de la cumbre de los "Amigos de Siria" que arranca hoy en Estambul con más de 70 países. Burhan Ghaliun, profesor sirio que vive exiliado en París, reiteró que el CNS apoya al ESL, pero se negó a aclarar si llevará a la cumbre la exigencia de armar a esta guerrilla o no.