Grave. El estado de salud de Alberto es reportado como grave, y necesita de la ayuda de todos.
En estado crítico se encuentra Alberto Favela, de 12 años de edad, debido a la mordedura de una garrapata. El menor fue diagnosticado con fiebre manchada, el primer caso confirmado en 2012.
El niño se encuentra internado desde hace cinco días en el Hospital Infantil de Torreón, y su estado de salud es reportado como grave. Alberto es hijo de Melquíades Favela, un jornalero del ejido Atalaya de Matamoros, y a la semana gana 600 pesos.
Los padres de Alberto ya no tienen recursos económicos para solventar los gastos diarios de exámenes de laboratorio, radiografías, medicamentos y transfusiones, y el Hospital Infantil de Torreón solicita el apoyo de los laguneros para salvar la vida del pequeño.
Luis Miguel Álvarez Luna, residente del Hospital Infantil, explicó que Alberto es originario del ejido Atalaya de Matamoros. "Una semana antes de que llegara con nosotros comenzó con los síntomas, aparentemente un cuadro de infección intestinal, dolor abdominal y diarreas".
Los padres de Alberto lo llevaron con médicos particulares y fue tratado con antibióticos, pero al no presentar mejoría decidieron acudir al Hospital Infantil porque su estado de salud se deterioró completamente.
"Perdió el conocimiento y presentó crisis convulsivas, al revisarlo encontramos zonas de sangrado en la piel conocidas como petequias y equimosis, son lesiones en la piel que aparecen como manchas, en base a esto iniciamos el protocolo de diagnóstico y el resultado reveló que el niño fue mordido por una garrapata".
Para que la garrapata transmita la rickettsia -una bacteria que infecta a este parásito y provoca la fiebre manchada- debe permanecer adherida a la piel seis horas en el cuerpo humano.
Alberto presenta sangrados masivos en la piel, riñones, pulmones, estómago, y existe la posibilidad de que también en el cerebro.
"El manejo del menor consiste en transfusiones, lo que llamamos plaquetas que son las células que se encargan de detener los sangrados, y plasma y antibióticos. El niño se encuentra en un estado de gravedad total y conectado a una máquina que respira por él".
Para salvar la vida de Alberto es necesario continuar con el tratamiento, pero sus padres ya no tienen dinero para costearlo, pues a diario deben pagar más de dos mil pesos para la compra de sangre, sin contar los gastos de los antibióticos y la cuenta del hospital.
Melquíades Favela ya puso en venta sus pertenencias y su casa para pagar el tratamiento de su hijo, pero no tiene compradores, y la salud de Alberto continúa en estado crítico.
Para mayores informes, las personas se pueden comunicar al 7-13-05-71 al Departamento de Trabajo Social o directamente al Hospital Infantil en avenida Bravo y Calle 17.
Además de dinero y medicamentos, las personas pueden ayudar a Alberto con la donación de plaquetas y plasma tipo O positivo.
El caso de Alberto ya fue notificado a la Jurisdicción Sanitaria VI, porque hay reportes de que otros niños también tenían garrapatas en el cuerpo, pero no los mordieron.
César del Bosque, jefe de la Jurisdicción Sanitaria VI, dijo que ya iniciaron las acciones en el ejido Atalaya para evitar la proliferación de las garrapatas y evitar que más niños contraigan la fiebre manchada. Al año se presentan uno o dos casos de esta enfermedad, sobre todo en el área rural.
ACCIONES
En las comunidades rurales donde se han detectado casos de fiebre manchada en otros años, se realizan acciones preventivas.
La Jurisdicción Sanitaria VI cada año regresa a las comunidades rurales para implementar los principales pasos contra esta enfermedad, como aplicar baños garrapaticidas, fumigación de las casas y recomendar buenos hábitos de higiene entre la población.
La lluvia favorece que la garrapata que vive en la tierra, salga y se suba a los perros. Los niños son los más vulnerables, porque juegan en la calle sin pavimento sin saber el riesgo que representa la picadura de este parásito.
La tasa de letalidad es muy alta, es de hasta un 60 por ciento, pues la gente se muere, a pesar de que hay tratamiento, porque éste se inicia en forma tardía.
Hasta ahora, el área urbana de Torreón permanece libre de esta enfermedad, sin embargo, en otros años se han detectado casos en las comunidades rurales.