Legislación. Activistas piden cambios a la ley estatal y al reglamento municipal que se supone deben proteger a los animales.
ARMANDO ACEVEDO/ El Siglo de Durango
Que la Ley para la Protección de los Animales del Estado de Durango se modifique y el maltrato animal vaya al código penal, así como que el Reglamento para el Control de Mascotas del Municipio de Durango se revise para que proteja a los animales y no a las personas, pidieron activistas al Congreso del Estado, a través de una carta firmada por más de 160 personas.
"Queda evidente que tanto la Ley como reglamento de protección a los animales no pasaron las pruebas con las dos recientes muertes", consideró la activista Adriana Salas, al hacer referencia al asesinato a machetazos de la perrita de Picardías, Lerdo, por parte de un estudiante. Se refirió también al puma que falleció en el zoológico Sahuatoba tras ser atrapado.
"Es una ley medianera, que en realidad no protege a las víctimas; se queda en el principio", dijo.
Sobre la perrita de Lerdo, dijo que "como no está en la ley, no va a pasar nada; lo que va suceder, si bien nos va, es una sanción de 200 y cacho pesos", ya que la ley no es retroactiva, comentó.
Esto es indignante, la sanción no es equiparable a la falta, que en este caso se trata de un asesinato. Lo que si puede hacerse es adecuar la ley a lo que sucede en la realidad.
Expresó que lo ideal sería que hubiera una revisión del ambiente y de las familias en que se desarrollan los chicos como para ser capaces de tal agresión a un animal. "No es más que la escalera de la violencia ¿a qué violencia están sometidos como para atacar al más indefenso?".
Debe haber una sanción, como algún tipo de trabajo social, junto a atención psiquiátrica, no psicológica, para ellos y sus familias.
La agresión no es más que reproducir todo lo que pasa en La Laguna, opinó.
Como "risible", calificó Ángeles Morales, presidenta de la asociación Alma Animal a la Ley Estatal, pues "así como está ahorita no es suficiente, se aprobó en diciembre del 2009 y jamás se ha utilizado".
La ley protege animales domésticos pero los de espectáculo quedan de lado, otro aspecto que debe modificarse.
Acerca de la ausencia de las dependencias ambientales federales en el asunto de la muerte de la puma de un infarto por estrés, recordó que otros animales han muerto en el zoológico.
Agregó que todos los felinos son muy delicados y al ser estresado por la movilización y anestesiado lo puso en riesgo.
