Desechos. Cerca de las viviendas y otras instalaciones se dejan escombros, vegetación muerta y hasta basura doméstica sin que nadie vigile o sancione a los responsables.
Los servicios públicos de las colonias el Roble I y II de Torreón han modificado la forma de vida de los vecinos y de quienes a diario pasan por sus vialidades. El área del canal de riego que se encuentra junto a este sector no sólo ha significado el aumento de basura en su interior, también se ha convertido en un punto de desecho entre las viviendas y calles cercanas.
“Es algo que tiene años y que nadie atiende, se ven perros muertos, basura de los mismos vecinos, escombros y hasta camiones que tiran tierra donde encuentran espacio... nadie les dice nada”, dijo
José Carlos García quien habita sobre la calle Encinos. En esta misma vialidad el vecino asegura que se encuentra una instalación del Simas Torreón, la cual cuenta con barda y malla de seguridad para evitar robos. Sin embargo no es la delincuencia lo que preocupa a este habitante, sino la basura que con los meses se ha acumulado alrededor de esta instalación y sus camellones cercanos.
Ahí pueden ser encontradas desde ramas, hojas secas, tierra, arena y escombro que se encuentran a tan sólo unos metros de los cables eléctricos del equipo.
“Está peligroso porque el desnivel queda como un hueco, le juntan la basura y se les hace fácil ponerla porque nadie los multa, el problema es que puede haber un cortocircuito y los perjudicados somos nosotros, dijo García.
PROBLEMA AÑEJO
Durante esta semana inició el ciclo de riego en la Comarca Lagunera, eso significa que miles de litros cúbicos de agua pasarán por el área de los canales a pesar de que no han sido limpiados ni asegurados del todo. Es en los cruces con el Paseo de los Álamos, calzada Abastos y calles como Encinos donde existe una mayor circulación vehicular a diario, siguen existiendo zonas junto al canal que no tienen camellones o alumbrado para evitar un accidente.
Únicamente es posible ver montones de tierra o en otros casos escombros que dividen las zonas de circulación de esta estructura hidráulica. Sin embargo los propios habitantes señalan que esta situación es un problema añejo y que con las modificaciones en algunas vialidades solamente ha empeorado el riesgo.
“Los que vivimos cerca ya estamos acostumbrados a este tipo de calles, lo malo es cuando no conocen o vienen rápido... aquí los accidentes se dan muy seguido”, indicó otro de los vecinos. Mientras se toman medidas el agua ya comienza a circular por estos canales de riego.