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PIÉNSALE, PIÉNSALE

La gente no es tonta...

ARTURO MACÍAS PEDROZA

En verdad que hay que pensar y pensar bien nuestra opción política para la elección de los diversos mandatarios de nuestra patria y nuestra región. No es de poca importancia lo que tenemos entre manos. Los criterios de elección deben tener en cuenta muchas cosas que incluyen el bien común y no nuestros intereses personales o de grupo. Es como ser diputados por un día...

(pero sin sueldos). Tal vez por eso están tan interesados todos los partidos en que les demos su voto. Se define la democracia como el gobierno del pueblo para el pueblo pero en la práctica se ha reducido mucho nuestra participación. Se supone que nuestros "representantes" nos representan pero muchas veces no son precisamente nuestros intereses los que defienden. También se supone que los gobernantes "sirven" al pueblo, pero en la práctica sirven al poder político o económico que los puso en el gobierno (grandes monopolios, grandes empresas, grandes sindicatos, gobiernos extranjeros…). Es necesario que la fuerza de la participación activa de la sociedad crezca para poder acceder más al poder y esto incluye mucho más que el voto. El debate que será televisado hoy a las 8 de la noche, no obstante sus limitaciones, puede ser una ayuda (entre otros muchos elementos) para discernir nuestro voto. No sólo ver quien "gana" sino ver quién "se gana nuestro voto", aquilatando muchos circunstancias que cada quien y sólo cada quien puede saber.

La decisión por los diversos representantes y partidos será variada, pero esto no quiere decir que necesariamente unos u otros se hayan equivocado siempre y cuando se haya hecho bien el proceso del uso de la conciencia. Simplemente tomaron en cuenta diversos elementos y por eso no es necesario que coincidan en su elección. Al concluir el proceso, lo ideal es tomar en cuenta la opinión de unos y otros para construir un país común en el respeto mutuo; Discernir quiere decir tomar en cuenta los diversos factores y opiniones para considerarlos antes de decidir, sin empecinarnos fanáticamente. Conciencia se forma con las palabras latinas "cum scire" que significa conocer con los otros, una conciencia que no se abre a las opiniones de los demás está fallando en la esencia de lo que significa la conciencia misma y por tanto es errónea. Hay una exigencia de responsabilidad personal que se convierte en una valiosa aportación a la comunidad, pero es al mismo tiempo una maduración y liberación del individuo. Ante las múltiples propuestas, cada una en medida diversa, con propuestas de valores, sugerencias, intervenciones, leyes, directrices, etc. que le toca investigar, confrontar, interiorizar, decidir. Las propuestas pueden ser complementarias e incluso divergentes.

La conciencia al discernir está elaborando un juicio que tiene mucho que ver con la grandeza de ser persona humana. Lo que lo dignifica como hombre porque es el ejercicio de su libertad, lo que lo hace ser precisamente tal. La búsqueda de una solución a los problemas del bien común no tienen que ver con opiniones de naturaleza teórica y científica que no ejercen influencia alguna sobre la manera de estructurar la vida, sino de aquellas decisiones que influyen profundamente en el ambiente social y político, pero al pasar por los caminos de la interioridad, de los valores más altos, de la superación de egoísmos, de los motivos del amor, hacen del juicio resultante una verdadera evolución humana. Un acto de responsabilidad. El riesgo de no hacerlo es la deshumanización de la sociedad. Ir para atrás, despersonalizarse, perder lo ganado en millones de años con la evolución y la cultura.

Es cierto que cada opinión puede ser diversa de otra. Los grandes procesos de decisiones en la vida de los individuos se programan con anticipación con este ejercicio de la democracia que son las elecciones próximas. La decisión final debe ser la suma de todos los que ejercieron con discernimiento serio, libre, responsable, pensado, consultado, dialogado y hasta rezado. Si los votos son ejercidos de esta manera, son dignos de alabanza porque son la suma de todos los seres libres y responsables a favor de su país; los que ganaron y los que perdieron. Por el contrario, si nuestra decisión no está guiada por el uso pleno de la libertad; si no es una elección propia de una persona; si se dejó llevar por cosas indignas de una reflexión propiamente humana (imagen externa, costumbre, presión, publicidad, miedo, flojera, desinterés, coacción, manipulación, ignorancia etc.) entonces, aunque sea parte de una mayoría, no será digna de un ser humano libre y consciente, sino de alguien manipulado, esclavo de otros intereses que seguramente no coincidirán con los de aquel que ha sido "usado".

Tenemos que votar, votar libremente, luchar para que este voto sea respetado incluso desde nuestro interior mismo. Nadie debe decidir por nosotros, todos tenemos la dignidad de personas e hijos de Dios y no podemos ser menospreciados diciendo que no sabemos decidir y que mejor otros decidan por nosotros. Algunos dudan de la buena voluntad de las mayorías para establecer el bien y la verdad y consideran que necesitan una "ayudadita" pretendiendo algunas élites reservarse para sí el derecho a la decisión, porque, en la práctica, esto servía a sus propios intereses. Confiamos en que después de pensar y pensar, la gente sabrá discernir libremente. Esperamos de todos los electores este tipo de discernimiento para hacer su decisión a favor de este país. Estamos seguros que, como dijo una señora que analizaba los engaños de la propaganda política: "La gente no es tonta, aunque algunos piensen que sí".

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