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PIÉNSALE, PIÉNSALE

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ARTURO MACÍAS PEDROZA

"Caminito de la escuela"

Permítaseme comenzar con una real y tierna anécdota de escuela; de las que suceden día con día en nuestros salones de clase y que tantos maestros recuerdan y conservan como el tesoro más valioso de su trabajo cotidiano y de su entrega por la educación: La maestra Irma en una escuela por los llanos de Guadalupe Victoria, tenía a una alumna que ya estaba en el tercer año repitiendo el primero de primaria a causa de la poca atención de sus papás traducido en rebeldía, faltas, y flojera.

La maestra puso todo su empeño y atención en ella con pequeños detalles que finalmente, y no sin fatiga, estaban logrando cubrir los requisitos mínimos para pasar a segundo de primaria. Un día le dijo la maestra a la niña: "Juanita ahora sí vas a pasar a segundo, ya aprendiste a leer", ella no dijo nada a la maestra, pero al director le comentó su inquietud al saber que iba a pasar de grado: Al día siguiente el director encontrando a la maestra le dijo: "Maestra Irma, no ande asustando a Juanita", ella creyendo que era un reproche se defendió diciendo: "Al contrario, la he motivado mucho, le he puesto mucha atención ya hasta aprendió a leer y va a pasar a segundo grado". El director responde divertido: "precisamente por eso, ella no quiere pasar. Dice que si primero está rete difícil, de tonta pasa a segundo".

Esta maestra pudo lograr que la niña Juanita avanzara poniendo en ella toda la atención, pero lo ideal es que haya una colaboración mutua entre los padres de familia, los niños, la institución y los maestros. Un compromiso compartido para que los niños puedan avanzar en la educación con mayor facilidad. ¿Qué proyecto educativo podrá seguir un niño si no le ofrecemos un proyecto coherente? El padre de familia propone un ideal que muchas veces no coincide con el de la madre. La escuela propone otro diverso que los padres de familia ni conocen. Los medios de comunicación que ejercen también gran influencia en la formación de nuestros niños, tienen su propio modelo que, una vez más, es distinto. La propuesta religiosa también tiene su modelo que también contrasta con los otros. Los "amiguitos" y otros adultos significativos para el niño tienen también, muchas veces sin saberlo, su propia y particular propuesta. ¡Pobres niños! ¿Se imaginan en qué situación los ponemos? ¿A quién le hacen caso?

Necesitamos ponernos de acuerdo con un modelo educativo que responda a las exigencias del país y del mundo actual. Es una tarea impostergable. Pensar juntos el hombre que necesita México y el mundo actuales y comenzar a formarlo poniendo en ello todos nuestros esfuerzos en colaboración mutua y corresponsabilidad. La educación es la gran tarea nacional.

Pero mientras se ponen de acuerdo los líderes políticos, educativos, mediáticos y religiosos para ofrecer un proyecto educativo común (lo cual no parece que tengan la intención), y ya con el nuevo ciclo escolar en puerta, es necesario apelar directamente a la buena voluntad de los particulares para dar a los niños la atención que se merecen. Ellos deben estar en el centro de la familia, de la Iglesia, de la sociedad. Se les debe respeto, justicia, cuidados, amor; tienen una dignidad de personas; tienen derechos que los adultos deben defender: derecho a la vida, a la integridad física y afectiva, a vivir en condiciones adecuadas para su desarrollo integral; derecho a la verdad, a la escuela, al juego; derecho a conocer y amar a Dios.

Con este fin de vacaciones se terminó tanto tiempo de convivencia entre papás y niños, algunos recibirán cambios drásticos al empezar a ir al kínder, primaria, secundaria, algunos cambian de escuela. Comienza de nuevo la rutina… Somos la última generación que le tuvimos miedo a los papás y la primera que le tenemos miedo a los niños. No quitemos la autoridad a los maestros. Recordemos que los papás son la primera autoridad en la educación pero los maestros son colaboradores. Hacer que los niños tengan también respeto a sus maestros sin hablar mal de ellos. Palabras como "ese maestro no sabe" le quita al maestro muchas herramientas de credibilidad y va a pasar más tiempo en disciplinarlos que en enseñarles. Ciertamente hay que denunciar a los malos maestros. Las Juntas de padres de familia y maestros no son pérdida de tiempo y no son sólo para el principio del año "para ver qué maestra le va a tocar a mi niño". Las juntas deben ser para coordinar las acciones a favor de la educación de los niños No pasar la responsabilidad de la educación a los maestros, ni llenar a los niños de clases extras para evadir nuestra tarea de formadores. Darles tiempo a los niños, pues por querer darles todo lo material no estamos con ellos.

La Laguna tiene una gran oferta educativa. El lunes empiezan las clases en primaria. La esperanza en el futuro y la responsabilidad respecto al porvenir deben animar nuestra actitud en relación con la formación de los niños y jóvenes. Una cuestión fundamental es saber qué clase de futuro queremos. La paternidad responsable incluye la educación responsable de los hijos.

La situación actual del campo del saber se caracteriza en gran medida por el cambio rápido cultural y por el pluralismo de las concepciones y de los estilos de vida. A esto se añade la influencia incesante de los medios de comunicación. Educar imitando la manera antigua sería algo catastrófico ya que crearía hombres sumisos a las influencias cada vez más fuertes del ambiente. Educar hoy incluye la práctica de la responsabilidad y el uso del discernimiento. Actualmente los niños y jóvenes oyen hablar mucho de libertad, de protesta, de identidad; y muy poco de fidelidad y de autocrítica. Los educadores debemos permitirles a los niños, adolescentes y jóvenes encontrarse y autoafirmarse. Pero, debemos hacerles descubrir, con todos los medios posibles, que el auténtico reencuentro consigo mismo está condicionado por la apertura a los otros, por el crecimiento del sentido de corresponsabilidad.

¡Qué bueno que sean críticos, contestatarios y rebeldes! Para que se enseñen a no ser manipulables por ideologías, propagandas y modas. A los adultos nos toca aprender el arte del diálogo con ellos y hacerlos críticos para que sepan discernir sabiamente. Que le piensen. Por último, los partidos políticos son también educadores en la participación política y social y se condenan a sí mismos y su futuro si los viejos políticos permanecen espasmódicamente aferrados a sus "huesos". Vía libre a los capaces, vía libre a los jóvenes. Necesitamos por doquier el arrojo, la iniciativa, la creatividad de la generación joven.

¡Feliz regreso a clases!

piensalepiensale@hotmail.com

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