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PIÉNSALE, PIÉNSALE

La fuerza de la gente

ARTURO GONZÁLEZ PEDROZA

Usted cree, querido lector y pensador, que la ley de transparencia ha sido aprobada voluntariamente? Aún con sus errores ha pasado, porque es ilógico e inadmisible que el gasto del dinero público se haga sin dar cuentas...

... pero sobre todo, porque ha habido la presión suficiente por parte de muchas fuerzas políticas para que esta ley se hiciera realidad. No se quiso pagar el costo político que pagarían los que la rechazaran.

No pudieron evitarlo. La presión de la ciudadanía hizo su parte y han tenido que ceder un poco. El poder del ciudadano no sólo se manifiesta cada tres o seis años que hay elecciones. Eso lo saben muy bien los que mueven los hilos del poder en la política y en la economía. Es por eso que usan muchas técnicas de manipulación y control para poder manejar a la gente. En tiempo de elecciones se disfrazan de corderitos "rogando" por nuestro voto. El movimiento de jóvenes que explotó antes de las elecciones fue un verdadero susto para todos ellos.

Pero no sólo es en el aspecto político en donde se manifiesta la fuerza que tiene el ciudadano; los monopolios económicos tiemblan ante boicots que puedan realizarse: cambiar de marca, suspender un tipo de compra, suspender un servicio, cambiar de proveedor. Las marchas, manifestaciones y pancartas son buenas para hacer sentir nuestra inconformidad. Siempre son tomadas en cuenta, pero también se tiene mucha fuerza sin hacer tanto ruido, simplemente cuando se va a comprar al supermercado y prefieres un producto en vez de otro. Las grandes compañías dejarán de vender productos dañinos a la salud, no por principios morales, sino porque simplemente no los compra la población que decide a fin de cuentas lo que quiere comprar. Es por eso que podemos poner en los estantes de los supermercados lo que queramos, evitando los productos chatarra, los no ecológicos, los que provienen de empresas que en su producción o distribución realizan prácticas injustas o inmorales, rechazo de productos que dañan la economía del país a causa de la explotación de los trabajadores del país de origen o porque no pagan impuestos. Las empresas comerciales simplemente dejarán de distribuirlos al no tener compradores. Los grandes gastos en publicidad son también ruegos que nos hacen para comprar sus productos y consumir sus servicios. Publicidad que puede ser engañosa, pero que fracasa cuando hay consumidores inteligentes y pensantes.

Otra área en la que el poder de la gente es importante y hace notar su efecto son las acciones en pro de la ecología que requieren la participación de todos. Son necesarias también políticas ambientales gubernamentales en las que la gente poco actúa, pero aún en la toma de decisiones por parte de las autoridades tiene mucho que ver la opinión y acciones de los particulares, el ambiente que se crea y la opinión e interés que se manifieste por parte de todos. Es necesario expresarse también en este rubro.

En la lucha contra la delincuencia está comprobado el alcance que puede tener cuando la ciudadanía se interesa y participa con acciones que le corresponden, como la denuncia, la vigilancia y la prevención. Lo peor es quedarse callados, o sentirse "protegidos" haciéndonos cómplices con nuestro silencio. La exigencia a las autoridades para que realicen sus labores de prevención, protección, investigación, impartición de justicia, rehabilitación. La vigilancia y denuncia de la corrupción son propias de una sociedad participativa.

El mejoramiento del barrio con acciones de protección, remozamiento y limpieza, rehabilitación de lugares públicos o de interés comunitario, deportivo y recreativo no se daría si no hubiese la participación de todos.

Los recursos de los gobiernos o empresas en pro del desarrollo comunitario siempre serán más accesibles para las personas que se unen en cooperativas de consumo, de producción o de crédito, o en asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales o clubes de servicio. Muchos de estos recursos se desperdician o se desvían porque no se supo aprovecharlos.

Pero también la participación individual es importante: una simple llamada, una carta al director de un periódico, una queja por escrito a la compañía, un reclamo a la autoridad son siempre tomados en cuenta y tiene más fuerza de la que pudiéramos pensar.

Sin embargo, hay que luchar contra una mentalidad muy de moda y que quiere imponerse en nuestro ambiente con el propósito de impedir la participación; una tendencia actual que nos invita a darnos por derrotados. Nos quieren hacer creer que no existe opción, que no tiene caso luchar, que no podemos cambiar nada, que el mundo lo tienen ya decidido algunos cuantos, y no nos queda más que resignarnos. Que existe sólo un sistema económico, un solo partido, un solo poder. Que somos débiles y que la vida la deciden ellos por nosotros. Que nosotros no tenemos la inteligencia para opinar y mucho menos los medios para transformar. Que las grandes soluciones las darán ellos. Que ellos saben lo que nos conviene. Que ellos deciden lo que debemos comprar, por quién votar, a quién rezarle, a cuál equipo de futbol irle (a propósito, ese santos está irreconocible). Y así, algunos que lo han creído, han perdido algo de lo más grande que tiene el hombre. Su esperanza.

Pero es una mentira, una falacia, un error. Nos lo han repetido muchas veces para hacernos creer que es cierto. Tienen técnicas para hacerlo, medios, publicidad. La historia antigua y moderna nos dice lo contrario y son la prueba de esa falsedad deshumanizante, que lo es, porque quiere quitarnos lo que nos distingue como humanos que es la posibilidad de pensar, decidir y de conducir nuestro destino. La gente en México puede hacer revoluciones (la de 1910) puede reclamar (la Cristiada), puede solidarizarse en las desgracias (terremotos de la ciudad de México). El futuro está en nuestras manos, La suerte no está definida y la esperanza sigue en pie para los que creemos en la fuerza del amor, de la organización, de la fe. Para los que viven la vida con otros criterios que los que nos quieren obligar a vivir. Podemos vencer los obstáculos, dar sorpresas, recobrar la memoria y emplear la cabeza para cambiar la historia. ¡Participa!

Piensalepiensale@hotmail.com

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