El jugador de la liga británica recibió un rodillazo que le costó la pérdida de un testículo.
Muy caro le resultó a Paul Wood disputar una final de rugby, pues el jugador de la liga británica recibió un rodillazo que le costó la pérdida de un testículo, mismo que le tuvo que ser extirpado mediante una cirugía.
Además su equipo, el Warrington Wolves, perdió el duelo 18-26 ante los Leeds Rhinos en el partido de la Gran Final de la Superliga disputado en el estadio Old Trafford de Manchester el pasado sábado.
"Mi testículo derecho se rompió, me dieron un rodillazo un minuto después de que empezara la segunda mitad, tuvieron que quitármelo.