Gómez Palacio y Lerdo Violencia Gómez Palacio Buen Fin Gómez Palacio

PLAZA PÚBLICA

HÉCTOR RAÚL AVENDAÑO

1ª. Gran Feria de la Revolución de Gómez Palacio, Dgo. (I)

¡Pásele, un peso le cuesta su pase a la Feria y si no trae "feria", pues, Pásele! Eran otros tiempos… en la Plaza Juárez...

Corría el año de 1964. Todas las ciudades laguneras contaban con su Feria de la Ciudad. Torreón (Sept. 1925 primera vez) organizaba año, con año la Feria del Algodón; Lerdo, en ese mes de octubre culminaba con algarabía su edición 49 de la Feria de las Flores.

Tlahualilo, sin alcanzar todavía el rango de ciudad, desde tiempo atrás, ya celebraba con gran tronío su Feria del Melón y la Sandía, y sus bailes de Coronación se amenizaban con las mejores orquestas del momento.

Gómez Palacio, sólo celebraba dos dignas ferias de barrio: la de la Santa Patrona de la colonia Santa Rosa, y la respectiva de San José. Con más cobertura hacia otros sectores de la ciudad, la primera. Los gomezpalatinos nos conformábamos con asistir y disfrutar de las Ferias de las ciudades hermanas. Para qué nos la "quebrábamos".

Mas como dice el refrán: "A todo santo se le llega su día", un buen ídem se le ocurre, a don Pánfilo Cerón Eslava personaje de trayectoria ilustre que merece significarse por aparte, ponerse las botas del Gral. J. Agustín Castro y que arma otra revolución en Gómez Palacio. ¡Sí señor!

Como en "Las Ardillitas", canción popularizada por la Radio, dijo: Yo, me llamo Pánfilo, señor, perdón, Cerón y, sin más, se puso ¡a pegarle!

El Centro Patronal de la Región Lagunera del Estado de Durango y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, delegación G. P., no tuvieron más que designar a Don Pánfilo, Presidente del Comité de Feria y, manos a la obra, el día 15 de octubre de 1964, lanzan la convocatoria para elegir a la Reina de la Primera Gran Feria de la Revolución de G.P., desatando las pasiones de los más distintos sectores de la población.

Nunca he visto en G.P. tanto entusiasmo y tanta euforia acumulados y derramados en tan noble y desinteresada causa: elegir una reina. Se formaron dos bandos en los que militaban los clubes de servicio, damas de sociedad, hombres de negocios y los más modestos ciudadanos (empleados del comercio y la industria, estudiantes y público en general) todos estábamos inmersos. Unos apoyando a "Chacha", Ana María Astorga Villalobos y otros a María Aurora Calero Zambrano.

Al integrarse los Comités de Campaña, presidido el de "Chacha" por la entusiasta señora Refugio Z. de Romo y el de María Aurora por la Srita. Genoveva Meneses Contreras presidenta del tradicional "Club 13", inmediatamente se abrieron los cabaret: (en aquel entonces llamados con recato, centros nocturnos; qué distantes de nuestros actuales "antros" ¡uuff! ) "La Cucaracha", ubicado en Independencia y Allende y "El Moyote", por la Hidalgo, frente a las oficinas de Transportes Laguna, respectivamente, donde jóvenes y adultos sanamente se entregaban al gusto de bailar y saborear una cerveza helada o un relajante "jaibol", en aras de recabar fondos para contribuir al triunfo en el cómputo final.

La contienda que se extendió por tres semanas, tuvo los más variados matices. La prensa regional publicaba diariamente fotografías de las candidatas con sus mejores galas y ángulos. Se difundían las actividades de los comités, además, en el canal 4 XELN de T.V. y en la radiodifusora local XERS, que iban desde bailes de debutantes (bellas damitas tempranillas que hacían su presentación en sociedad) en el de moda Edificio Willy, hasta botanas (bebida y bocadillos al medio día), juegos de béisbol infantil con la participación del campeón nacional "Lagunita" surgido de G.P., Kermeses en la Plaza, rifas, venta de votos y todo aquello que fuera redituable.

En el terreno musical, Beto Díaz, La Comparsa Universitaria de La Laguna, Julián Méndez y Quico Sáenz, entre otros grupos, no se daban abasto para complacer a los comités y a otras organizaciones regionales que demandaban su trabajo. En esos años sí que se bailaba y "pegadito", no como ahora que cada quien brinca para su santo. Baste recordar que el día del Baile de Coronación de G.P., de aquel 1964, coincidieron otras dos ceremonias semejantes en Torreón, tanto en el Salón Javier, como en el Casino de La Laguna, se coronaron sendas reinas de prestigiadas instituciones educativas. Así era La Laguna alegre, trabajadora, progresista…

Los "gallos", eran caravanas interminables de automóviles de todo tipo, rebosantes de fans de las candidatas, que recorrían las principales avenidas de la ciudad, alegrados con conjuntos musicales, cláxones, matracas, sirenas y todo cuanto causara alboroto y, por supuesto, encabezados por la candidata que viajaba, precedida de un ramillete de bellas jovencitas, en un elegante auto descapotado, derrochando sonrisas y besos a su paso. "Gente argüendera, como hay en todos los pueblos", diría el "desogao" de Chuy Valdivia.

Pero ésos eran otros tiempos, cuando sólo la mujer se depilaba la ceja y exclusivamente, ella, llevaba aretes… Ésos eran otros tiempos, en que los tatuajes representaban, regularmente, el certificado de haber egresado de alguna penitenciaría, la "Tuna" en Texas, por ejemplo.

Eran los tiempos en que un peso valía mucho, pero no tanto como para que sin poseerlo, nos impidiera participar del bullicio de La Feria… Continuará. Agur.

hravendano472003@yahoo.com.mx

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