Desinterés. Poca gente se detenía a ver la toma de posesión en las tiendas departamentales, que también exhibían películas en sus pantallas.
Poco interés despertó entre los laguneros la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. En el PRI, algunos simpatizantes "madrugaron" para tener un buen lugar en el auditorio y observar la proyección del acto oficial, mientras que en restaurantes y tiendas departamentales, la mayoría de la gente pasaba de largo frente a las pantallas y apenas uno o dos se detenían a verlo.
En las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la proyección arrancó a las 9 de la mañana con las declaraciones de las diferentes fracciones parlamentarias, pero apenas 15 personas se encontraban en el recinto. Conforme fue acercándose el momento para Peña Nieto, llegaron un poco más, pero al final no pasaban de 90.
Doña Mariana acudió con su nieta desde temprano para asegurar un buen espacio en el auditorio, pues dice que los eventos en el partido suelen ser masivos y se ocupan todos los lugares, sin embargo, ayer la mayor parte del sitio estaba vacío y apenas un puñado de gente estaba sentada adelante, entre ellos, el síndico de mayoría del Ayuntamiento, Arturo Rangel, y el secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Leobardo Flores.
"Pues uno viene con toda la ilusión, porque ya vuelve el partido al poder y pues hay que apoyarlo, por eso desde temprano estamos aquí, para aplaudirle a nuestro presidente", comentó la señora.
En el mercado Juárez, algunos negocios de alimentos contaban con pantallas para que los comensales pudieran ver la toma de posesión, sin embargo, las personas estaban más interesadas en el almuerzo que en siquiera voltear la cabeza a la televisión.
"A mí no me interesa eso, lo que deberían hacer es ya ponerse a trabajar en el tema de seguridad, aquí en Torreón", dijo Carmen Campos, quien observaba atenta el momento en que Peña Nieto avanzaba rumbo a la tribuna, pero insistía la mujer en que "ya le vamos a cambiar, eso no es importante, lo que de veras nos importa es que ya se termine la inseguridad".
En los restaurantes la situación era similar. Algunos colocaron pantallas, pero muchas pasaban programas infantiles en vez del acto protocolario.
En algunas tiendas departamentales se transmitió la toma de posesión en las pantallas del área de electrónica, como en la que se encuentra al oriente del bulevar Revolución, donde tres televisiones pasaban el acto oficial y las siete restantes una película y los clientes se detenían un momento a ver cada una mientras pasaban con sus compras.
En la tienda de la Diagonal Reforma, todas las televisiones pasaban una misma película.
En el PRI terminó la toma de posesión con cerca de 90 personas como asistentes que aplaudían y vitoreaban al nuevo presidente, para luego dar paso a un dueto mexicano que entonó diversas melodías.