VALENTE
Por un maldito descuido
Se nos fue de los ruedos
Uno de los mejores diestros
Que no conocía los miedos.
Nuestro querido Valente
Nos tenía fascinados
Y todos los torreonenses
Estábamos encantados
Pues con valor y destreza
Garras hacía a los astados.
En la fiesta brava hay uno
Que lo supo hacer muy bien
Fue amable, cortés y gentil
Y ahora muy tristes estamos
Pues se nos fue sin sentir.
Del libro:
"En el Alarido
De lo Inmarcesible".