Dos hombres fueron acusados formalmente ayer de asociación ilícita para alojar a inmigrantes sin permiso de entrada a Estados Unidos, luego de que las autoridades respondieron a una llamada y hallaron a 115 personas en tres casas del sur de Texas.
Un magistrado federal ordenó que Vicente Ortiz Soto y Marcial Salas Gardunio estuvieran bajo arresto hasta sus audiencias de detención. Ambos solicitaron que se les asignaran defensores públicos.
Una denuncia presentada contra los sospechosos mencionó que, cuando llegaron las autoridades, varios inmigrantes huyeron de dos casas en Edinburg, mientras que otros estaban encerrados en una tercera vivienda.
La llamada la hizo uno de los inmigrantes, quien dijo que él y otras 50 personas estaban retenidos contra su voluntad.
Los inmigrantes dijeron a las autoridades que Salas los recibió en la casa con un “bienvenidos al infierno”, de acuerdo con la denuncia.
Salas dijo a los investigadores que Ortiz le pagaba 500 dólares a la semana por contrabandear inmigrantes.
Inmigrantes de El Salvador y Honduras le dijeron a agentes del servicio de Inmigración y Control de Aduanas y de Seguridad Nacional que tanto Ortiz como Salas los llevaron a las casas desde la frontera y les vendieron alimento.
Las autoridades hallaron las ventanas y las puertas cerradas por fuera con cadenas y candados, y sin luz en la casa.
Siete personas que estaban en la casa fueron hospitalizadas para recibir tratamiento por deshidratación y desnutrición, reportó el periódico The Monitor de McAllen.