Acusado. David Petraeus junto a Paula Broadwell.
Infidelidad. Hackeo de información de seguridad nacional. Celos. Amenazas. Traición. Podría ser una película de acción, pero no. Es el "Petraeusgate".
Un día después que el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), David Petraeus, anunciara su renuncia, la prensa estadounidense reveló nuevos detalles de la infidelidad que no sólo le costó el puesto al general retirado de cuatro estrellas, sino que provocó temores sobre posibles violaciones a la seguridad nacional, que por ahora son descartados, pero que desataron la "madeja sexual".
Petraeus reconoció que tuvo un "affaire". El presidente Barack Obama aceptó la dimisión. Horas después del anuncio, los medios identificaron a la mujer con quien tuvo el amorío como Paula Broadwell, autora de la biografía que salió este año sobre Petraeus.
La relación, detallaron diarios como The New York Times y The Washington Post, quedó al descubierto cuando el Buró Federal de Investigaciones (FBI) comenzó a indagar, hace semanas, la denuncia de una mujer cercana a Petraeus de la que sólo se sabe que no era familiar del exgeneral ni funcionaria de gobierno.
Ella pidió la protección del FBI tras recibir correos "amenazadores" de otra mujer, que resultó ser Broadwell, y quien, según el Post, consideraba a aquélla como "un peligro" para su relación con el director de la CIA. Pero en las pesquisas, el FBI descubrió con horror correos de la cuenta personal de Petraeus y, temiendo un posible hackeo, investigó más, sólo para descubrir e-mails que, según lo que dijeron procuradores de justicia al Post, eran de "alto contenido sexual".
