Estaban buscando un mártir y casi lo consiguen. De hecho, el diputado lopezobradorista Ricardo Monreal virtualmente festejó desde la tribuna del Congreso la supuesta muerte de uno de los manifestantes, a quien llamó "el primer muerto" del gobierno de Enrique Peña Nieto. Al final no hubo muerto, pero sí una treintena de heridos, entre ellos unos 20 policías.
Los ciudadanos, como siempre, salimos perdiendo. Los grupos violentos demostraron que las autoridades no se equivocaron al tender un cerco alrededor del Palacio Legislativo para la ceremonia de inauguración. Habrá que esperar ahora lo peor de quienes organizan manifestaciones supuestamente pacíficas. Esto significa que los ciudadanos sin militancia política seguiremos sufriendo las consecuencias de medidas de seguridad excesivas como las que vimos antes y durante la toma de posesión.
¿Quiénes son los violentos? En un principio se identificaron como parte del movimiento #Yosoy132. Algunos de los integrantes de este grupo se deslindaron, pero la organización ha señalado que 90 de sus militantes fueron detenidos. En las manifestaciones había también grupos de la Sección 22 de la SNTE, atenquistas y otros. El jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard los identificó como anarquistas, pero iban encapuchados y será difícil, si no imposible, identificarlos y por lo tanto procesarlos.
Los violentos sabían a lo que iban. Llevaban proyectiles, bombas molotov, cohetones, petardos e incluso resorteras. Uno de los detenidos portaba una granada de fragmentación. Tenían una estrategia clara para enfrentarse a la Policía. Primero cargaron contra las fuerzas que resguardaban el Palacio Legislativo. Después se movieron hacia el Zócalo para un segundo ataque.
Causaron daños importantes a propiedades públicas y privadas. Varios hoteles y comercios del centro de la ciudad fueron atacados y algunos saqueados. El gobierno de la ciudad de México ha anunciado que indemnizará a los propietarios… con dinero de los contribuyentes. También hubo daños en la recientemente remozada Alameda Central y el Hemiciclo a Juárez. Ebrard dijo el sábado por la tarde en twitter: "Ya limpié mi hemiciclo."
Tanto Monreal como los manifestantes protestaron por la "represión" y afirmaron que los policías habían usado balas de goma. La Policía federal y la capitalina afirmaron que sus elementos no tenían estas balas. Varios reportes periodísticos, de hecho, señalan que los elementos de seguridad no estaban armados. No ha habido claridad hasta ahora, ni de la Cruz Roja ni de las autoridades, sobre las causas de las lesiones de los heridos.
Durante la batalla, Andrés Manuel López Obrador encabezó una manifestación pacífica en el Ángel de la Independencia. Los militantes de Morena parecen no haber estado involucrados en el vandalismo. Sin embargo, el excandidato cuestionó también la "represión" y exigió la renuncia del secretario de Gobernación entrante Miguel Ángel Osorio Chong y, en caso de que se le comprobara responsabilidad, también de Manuel Mondragón, quien dejó la Secretaría de Seguridad Pública de la perredista ciudad de México para incorporarse al gabinete presidencial.
Ebrard hizo a un lado su tradicional tolerancia a los manifestantes. Dijo en una conferencia de prensa que los ataques habían sido planeados con deliberación y que no quedarían impunes. "No nos van a intimidar" afirmó. La procuraduría capitalina detuvo a más de un centenar de presuntos responsables. Y de inmediato empezaron las manifestaciones para exigir su liberación.
Los violentos no eran muchos, quizá dos mil o tres mil. No son importantes en lo político, pero demostraron lo fácil que es recurrir a la violencia. Querían un mártir. Ésta vez no lo lograron. Pero se ha abierto una puerta peligrosa…
EL PACTO
El presidente Peña Nieto logró concretar el Pacto por México con 105 compromisos. La firma de Jesús Zambrano amenaza, sin embargo, con escindir al PRD.
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