EL DIARIO VIVIR EN EL TRABAJO
Celebrar o consolar al personal ayuda a ganar perspectiva, tanto en buenos como en malos momentos. El comentar los acontecimientos con otros, ayuda a humanizar el trabajo y el lugar donde se labora. Una de las fallas en las oficinas virtuales es simplemente que no hay nadie con quien hablar cara a cara. El no poder compartir noticias o tomar una taza de café juntos es una desventaja.
Por otra parte, el abuso de la charla y los comentarios malintencionados resultan tiempo perdido e improductivo y muchas veces han sido la causa de carreras frustradas. Cuando alguien empieza a perder credibilidad dentro de su entorno debido a juicios infundados o por información inadecuada, el mantener su presencia profesional resulta muy difícil. Si desafortunadamente te llegas a encontrar en esta delicada posición debido a rumores falsos, no acortes tus actividades o nuevos proyectos, desatiende críticas y murmuraciones. Permanece callada y estructura una estrategia que te permita volver a la normalidad.
Si es posible, determina a la persona o personas que son las autoras de esta información sin fundamento. Con calma confróntalas y controla el daño; con frecuencia "la fuente del rumor" se disculpa y se acaban las sospechas o suposiciones por completo; aunque las murmuraciones no pueden ser eliminadas en su totalidad, es necesario aprender a controlarlas.
Una de las reglas que hay que observar en las conversaciones de la oficina es no comunicar todo lo que venga a la mente. Si no podemos probar cualquier aseveración que hacemos, estamos contribuyendo a murmuraciones y discordias. En los negocios siempre quedaremos bien si somos generosas en alabanzas y cautelosas en nuestras aseveraciones.
LA ENREDADERA DE LA OFICINA
Cuando una empresa se encuentra bajo presiones, los rumores abundan y los temperamentos se alteran. El cotilleo prolifera ante el anuncio de la toma de decisiones nada populares; es muy importante tener una comunicación clara y precisa.
La enredadera de la oficina está basada en rumores. Tiene sus lados buenos o malos; un lado bueno es que esta comunicación usualmente es correcta -en casi un ochenta por ciento. El lado negativo es que es imposible desmantelarla o eliminarla; así que no la ignores. El escucharla puede ayudar a puntualizar actitudes incorrectas, también a comprender las verdaderas prioridades de tu empresa.
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