EL MIEDO A PEDIR
Muchas mujeres están condicionadas a "no hacer olas" o "columpiar la lancha". Si se animan a pedir algo para sí mismas temen a parecer agresivas. Necesitamos preguntarnos si hay algo malo en esto. Hay que observar cómo algunas mujeres sí se animan a solicitar algo, pero no para ellas, sino para alguien más.
Las mujeres han sido condicionadas históricamente para jugar un rol de soporte y a veces de dependencia. La estima propia juega un papel muy importante, algunas mujeres no sienten que merecen un cambio. Hay que tener cuidado de no jugar el papel de víctima prototípica.
Pregúntate si has sido pasiva, agresiva o asertiva en tu lugar de trabajo. Se requiere de valor para expresarte con claridad, ya que esto puede implicar un riesgo; sin embargo, el cambio es inevitable. Trata de verlo de esta manera: el estancamiento no es bueno para el alma. También podemos habernos acostumbrado a ciertas estructuras e inadvertidamente haberlas aceptado sin cuestionarlas. Piensa en ti como un modelo para otras mujeres y para ti misma. Detecta cualquier temor que puedas tener a la autoridad y asume la figura de autoridad en tu propia vida.
¿Cuál es tu respuesta a la pregunta?: ¿Qué necesito y qué me merezco? Al contestarla hazlo como profesional, deja tus emociones fuera. Prepárate para enfrentar el caso sin comparaciones, enlista las razones que respaldan la petición que estás haciendo, sé creativa y arma el mejor escenario, piensa como mujer de negocios, mantén tu energía positiva, ésta logra más que la energía negativa. Cuando pedimos nos hacemos vulnerables y más propicias a un posible rechazo -si lo interpretamos de esta manera. En esta situación las emociones están latentes y es más difícil mantener una actitud de negocios. El ser mujer de negocios requiere de una serie de actividades que hay que cultivar: compostura, valor, tácticas apropiadas, la habilidad de hacer a un lado las emociones.
Haz todo lo que puedas por obtener un "sí", pensando exactamente lo que vas a pedir, pero lo más importante es estar lista para explicar en detalle (algunas veces con números que te respalden) porque lo que estás pidiendo beneficia a la empresa.
Decide que vas a salir victoriosa y esto te dará más fuerza en tus avances, tendrás que ser más condescendiente con quienes resienten tus éxitos.
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